Reciclar libros
Los libros son pozos de sabiduría hechos para leerse y compartirse. Por ello, una vez leídos, no se deben acumular en casa más de los que se quieran conservar por motivos de peso. El resto deben seguir cumpliendo su función: ampliar el conocimiento de aquellos que los leen.
Las posibilidades para dar una segunda vida a nuestros libros son numerosas:
Recicla los libros tirándolos en el contenedor azul
Cuando los libros ya han dado todo de sí y no pueden seguir entreteniendo a los lectores, el lugar para tirarlos es el contenedor azul. Igual que todo papel o cartón, los libros viejos serán procesados y reciclados después de depositarlos en el contenedor correspondiente. Elige darles una segunda vida antes de tirarlos a la basura, pero si no encuentras otra alternativa, ¡tíralos donde corresponde!
Además, podéis consultar con AIRE, el primer asistente virtual de Ecoembes, para aseguraros de que estáis depositando cualquier desecho en el contenedor adecuado.
Regala libros a amigos o familiares
A la hora de regalar un libro, en caso de que este sea especial, puede convertirse en un bonito detalle para amigos o familiares. Así, el valor sentimental del objeto seguirá presente e incluso aumentará.
Lleva libros a casa de amigos o familiares
A veces, puesto que los libros ocupan mucho espacio, nos vemos obligados a deshacernos de ellos. Una mudanza, reforma, cambio… puede hacer que nos veamos obligados a reducir nuestra biblioteca. En este caso, siempre es una opción aparecer en casa de algún familiar o amigo con varios libros y preguntar si les interesa alguno. ¡Seguro que acaban queriendolos todos!
Esta opción solo será válida en caso de que el libro no resulte interesante ni valioso, puesto que supondrá su transformación en algo totalmente distinto. No obstante, es una alternativa para reutilizar los libros, siempre mejor que tirarlos, y además no obliga a deshacerse de ellos.
Algunas ideas para dar un nuevo uso a los libros son apilarlos para hacer muebles, utilizar sus páginas para hacer collage, decoraciones de todo tipo en la pared, marcos o cualquier otra cosa. ¡Es cuestión de imaginación!
Guardarlos en un trastero
En caso de no querer tirarlos o transformarlos, conservar una colección de libros supone un gasto de espacio muy grande. Por ello se puede optar por almacenar los libros en un espacio dedicado solo a ello, como puede ser un trastero. En este caso, lo más importante es utilizar cajas para proteger nuestra biblioteca de polvo, humedad u otras condiciones que puedan deteriorar los libros.
Bookcrossing
Compartir los libros entre extraños es una práctica cada vez más extendida. Por todo el mundo se encuentran bibliotecas callejeras en las que cada uno puede dejar un libro a cambio de llevarse otro. Así se consigue que gente con pocos recursos tenga acceso a la lectura, entre otras cosas. Existe la posibilidad de etiquetar los libros para poder seguirles la pista, ya que pueden acabar recorriendo el mundo.
Las bibliotecas públicas, colegios, ONGs, piscinas u otras instituciones estarán encantadas de recibir libros como donativo. Antes de completar la donación de libros, se puede llamar para preguntar si aceptarían un donativo, por si tuviesen las estanterías llenas. No obstante, es habitual que acepten ampliar sus colecciones.
Vender libros
En caso de necesitar dinero o no querer recurrir a ninguna de las otras opciones, siempre se puede recurrir al mercado de libros de segunda mano. Esta opción es muy habitual, e incluso puede acabar siendo un intercambio de libros usados más que una venta en algunos lugares como mercadillos o puestos ambulantes. También existen tiendas de segunda mano, páginas web o aplicaciones en las que se pueden vender y comprar libros.