En entornos médicos y laboratorios se generan residuos biológicos de diversas procedencias, ya que se manejan gran cantidad de productos y se llevan a cabo operaciones que conllevan la generación de unos residuos que, a menudo, son peligrosos para la salud y/o el medio ambiente.
Los hospitales inteligentes se nutren de información que se obtiene a partir de multitud de datos. Estos datos obtenidos con dispositivos médicos o a través de machine learning, facilitan la toma de decisiones, mejorando a su vez la experiencia del paciente.
Hace tiempo que los envases no solo nos muestran el código de barras, fecha de envasado o características sobre el producto adheridas al envase, sino que también son unos indicadores de la calidad y seguridad.
Con el avance tecnológico, las técnicas de reciclaje de poliamida están evolucionando, permitiendo una reutilización más eficiente y sostenible del material.
El aumento constante en la generación de residuos de envases, nos invita a replantear las prácticas que llevamos a cabo, y tomar medidas significativas y urgentes para minimizar nuestra huella.
La gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) es actualmente un desafío para la mayoría de las ciudades modernas. No solo se trata de mantener nuestras calles y espacios limpios, sino también de cómo podemos transformar lo que una vez fue residuo, en un recurso valioso.
El polvo de plástico reciclado se origina a partir de plásticos postconsumo y postindustriales. Estos plásticos se someten a un proceso de trituración y molienda, que da como resultado un polvo fino que puede ser utilizado en diversas aplicaciones.