Cómo construir una casa sostenible
Las casas sostenibles, o ecológicas, son una buena opción para hacer de la vida diaria un proceso mucho más respetuoso con el medio ambiente. Pero ¿cómo se construye una casa sostenible? ¡Os lo contamos!
Una vivienda ecológica es aquella que aprovecha los recursos naturales y respeta el entorno en el que se construye. Por lo general, se trata, además, de casas autosuficientes cuyo consumo es prácticamente nulo en comparación con las construcciones al uso. No necesitan ninguna fuente de energía externa para tener luz o agua caliente. Son conceptos independientes, ya que una casa puede ser autosuficiente sin ser ecológica o viceversa. La vivienda deberá estar construida con materiales respetuosos con el medio ambiente y su consumo deberá ser nulo. ¿Cómo se consigue una construcción así?
Así se construye una casa sostenible
El proceso de una construcción sostenible empieza con el planteamiento del proyecto bajo los requisitos de la arquitectura ecológica y autosuficiente. A pesar de tener unas reglas básicas de actuación, los requisitos y preferencias de los propietarios pueden incluirse y respetarse, ya que las opciones no se limitan.
Lo primero será visitar el terreno, estudiar su morfología y su interacción con las energías y materiales naturales. La incidencia del sol, la corriente del agua, su abundancia subterránea, la pendiente del terreno… este análisis permitirá determinar las posibilidades que la casa tendrá de aprovechar los recursos y las condiciones naturales que la rodean y deberán permitir su autosuficiencia.
Es imprescindible prestar atención a todos los detalles para evitar errores que impidan el correcto funcionamiento de la vivienda y su eficiencia energética. Posteriormente se pasará a la fase de construcción. Construir una casa ecológica no dista mucho de construir una casa al uso. Será necesaria la continua supervisión de los arquitectos y distintos profesionales, de manera que se compruebe el cumplimiento de todas las reglas y requisitos.
Casas sostenibles de madera
La madera es el material ecológico por excelencia a la hora de construir una vivienda. Su principal característica es su capacidad aislante y su capacidad de mantener la humedad interior al 50% siempre que no se barnice. Aunque hay que combinarla con aislamiento térmico, la madera consigue, por sí misma, un aislamiento bastante bueno. Además, el pavimento de madera es blando, que hace más cómodo caminar sobre ella, y la sensación de vivir en un lugar construido con materiales naturales es muy agradable.
No obstante, también hay desventajas. La más evidente, el fuego. La principal preocupación de alguien que quiere completar la construcción de una casa ecológica con madera es el riesgo de incendio. Actualmente, la instalación eléctrica ya no es un riesgo, puesto que existe una normativa mucho más estricta que hace años y no se permite contacto entre puntos sensibles. Los incendios que pueden suceder hoy en día están provocados por descuidos o imprudencias evitables.
A pesar de todo, los incendios en construcciones de madera afectan a la capa exterior y carbonatan el material, que está protegido por esa misma capa. Gracias a la estructura de la madera, el tiempo de reacción es alto, puesto que pasa mucho rato hasta que el fuego llega a zonas críticas.
Casas sostenibles de ladrillo
El segundo tipo de casa ecológica es la de ladrillo, seguramente la técnica más utilizada en la historia después de la madera. En el ámbito de las construcciones sostenibles, entre los distintos tipos de ladrillo, es preferible elegir piezas de barro sin cocer. La cocción de los ladrillos exige una gran cantidad de energía, por lo que el cuidado del medio ambiente que busca este tipo de construcción se vería afectado.
El aislamiento térmico que ofrece el ladrillo no es tan efectivo como el de la madera, por lo que, en este caso, será obligatorio colocar capas de aislamiento extra. Sin embargo, la reacción y resistencia del ladrillo al fuego es mucho mejor. No se queman ni favorecen la propagación del fuego.
Pensando en el impacto ambiental de nuestra vivienda, se deberá tener en cuenta el material empleado para unir los ladrillos, que deberá ser natural e inocuo, como pueden ser colas a base de cemento.
La combinación de todos los elementos sostenibles y respetuosos con el planeta resultará en un hogar ‘desconectado’, es decir, que se alimente a sí mismo, además de sostenible. De este modo se puede vivir sin depender de suministros y respetando el medio ambiente.
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