¿Dónde tirar las latas de sardinas?
Es probable que al tirar algunos residuos nos hayamos preguntado en qué contenedor han de ir depositados. Las latas de sardinas son uno de esos casos.
Una de las posibles dudas que nos surgen es si las latas que contienen restos de aceite de girasol o de oliva deben tirarse a un contenedor o a otro.
¡Aquí te respondemos todas las incógnitas que te puedan surgir!
¿De qué están compuestas las latas de sardinas?
Las latas de sardinas son envases metálicos, esterilizados y cerrados herméticamente para la conservación de productos alimenticios, en este caso de sardinas.
El material principal de las latas es la hojalata, una fina lámina de acero de alta calidad cubierta por una película de estaño que las protege del óxido, pero también puede estar compuesto de aluminio.
¿Se pueden reciclar latas de sardinas?
¡Sí! El acero, como el aluminio, es un metal que al fundirse recupera todas sus propiedades y que puede reutilizarse ilimitadamente, lo que le hace el perfecto aliado del reciclaje.
El contenedor amarillo está destinado exclusivamente a envases, tanto de plástico, metal o briks. Por eso, las latas de sardinas deben tirarse en este contenedor.
Hay que destacar que, al igual que en el resto de envases, el aceite que sobra, ha de guardarse para ser depositado en un punto limpio, ya que no hacerlo y tirarlo por el sumidero tiene efectos perjudiciales para nuestro ecosistema.
¿Cómo es el proceso de reciclado?
Para reciclar las latas de conserva y otros envases metálicos se debe llevar a cabo un proceso. El primer paso es llevado a las plantas de clasificación, donde se separa el acero por medio de un electroimán.
Una vez clasificado, se trocean las latas, se limpian y se agrupan en grandes bloques que son fundidos.
El siguiente paso es extraerlo y darle la forma deseada a nuestro metal una vez el aluminio ha sido fundido, ya sean planchas, lingotes, barras, etc.
Las latas de sardinas pueden tener multitud de usos tras su reciclado, por eso es vital que su reciclado llegue a buen puerto.
Se pueden convertir de nuevo en otras latas o, en cualquier producto metálico destinado a cualquier sector industrial o de empleo doméstico.
Como dato curioso, el reciclaje de 550 latas de aluminio podrían crear una silla, mientras que ocho latas de conserva pueden crear una olla común.
¿Por qué es importante reciclar latas de sardinas?
El aluminio es uno de los materiales más reciclables en el planeta, exactamente el 100% de este se puede reutilizar. Reutilizar este tipo de envases hace que se disminuyan las producciones de cero y con eso también la explotación de materias primas.
Cada grano de arena suma para contrarrestar los efectos del cambio climático, solo reciclando seis latas podemos contrarrestar la emisión de diez minutos de un tubo de escape.
El no reciclaje de este tipo de envases además ralentizará los aumentos de reciclaje en nuestro país, que de cara al año 2025 ha de llegar al 55%.
¡Reciclar latas de sardinas es eficaz e increíble!