Aprovechando el potencial de los biorresiduos
Los biorresiduos engloban diferentes materiales orgánicos susceptibles de descomponerse de forma natural. Su origen puede variar, desde los restos de alimentos en hogares y comercios hasta los residuos vegetales de parques y jardines. Los biorresiduos son el resultado final de procesos biológicos y por ello pueden reincorporarse a los ciclos naturales mediante procesos como el compostaje.
Definición y tipos de biorresiduos
Los biorresiduos son materiales de origen biológico, tanto de plantas como de animales, que se descomponen por la acción de microorganismos. Se obtienen en una amplia variedad de actividades, desde la agricultura y la industria alimentaria hasta los hogares.
Los tipos de biorresiduos más comunes son:
- Residuos de cocina. Restos de comida, alimentos en mal estado, cáscaras de frutas y verduras, huesos, etc.
- Residuos de jardinería. Podas, césped, hojas, etc.
- Residuos de industrias agroalimentarias. Subproductos de la producción de alimentos, como pulpas de fruta, etc.
- Excrementos de animales. Estiércol, purines, etc.
Importancia de la gestión de biorresiduos
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Cuando los biorresiduos no se gestionan correctamente, generan metano, un potente y peligroso gas de efecto invernadero.
- Conservación de recursos naturales. Mediante el aprovechamiento de los biorresiduos para generar compost o biogás, se evita la utilización de fertilizantes químicos y combustibles fósiles.
- Protección de la salud pública. La gestión inadecuada de los biorresiduos contamina el suelo y el agua, poniendo en riesgo la salud humana.
- Promoción de la economía circular. Los biorresiduos bien gestionados, se convierten en recursos valiosos para otros sectores, cerrando así el ciclo de vida de los materiales.
Clasificación de biorresiduos
Los biorresiduos pueden clasificarse en función de su origen:
- Biorresiduos orgánicos. Aquellos que se generan en los hogares, como restos de comida (restos de fruta, huesos, cáscaras de huevo, posos de café, comida en mal estado…), papel y cartón contaminado con alimentos, y pequeños residuos de jardinería (flores marchitas, malas hierbas, hojarasca…).
- Biorresiduos de origen agropecuario. Estos residuos proceden de actividades agrícolas y ganaderas, como estiércol, purines, restos de cultivos y podas.
- Biorresiduos industriales. Se generan en procesos industriales, como residuos de la industria alimentaria, papelera y textil.
Normativas y regulaciones en España
La gestión de los biorresiduos está regulada por varias normativas, tanto a nivel nacional como europeo. La legislación establece los requisitos para la recogida selectiva, el tratamiento y la valorización de estos residuos.
En España, la legislación que regula los biorresiduos se enmarca principalmente dentro de la Ley 7/2022, de 8 de abril, sobre residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta ley adapta las directrices europeas sobre gestión de residuos, enfocándose en la minimización de residuos, la reutilización y el reciclaje, y establece una serie de normativas clave sobre los biorresiduos:
- Recogida separada. A partir de julio de 2022, es obligatorio en toda España realizar la recogida separada de biorresiduos para su correcto tratamiento. Los ayuntamientos deben habilitar sistemas de recogida específicos para los residuos orgánicos domésticos y comerciales, lo que facilita su conversión en compost o biogás a través de procesos biológicos.
- Tratamiento y gestión. Los biorresiduos deben ser gestionados sin mezclarse con otros residuos, para garantizar su reciclaje mediante compostaje o digestión anaeróbica. El compost que se obtiene puede utilizarse como abono en suelos agrícolas o jardines.
- Objetivos de reciclaje. La ley establece objetivos para reducir la generación de residuos y mejorar el reciclaje. En línea con la normativa europea, se busca que el 50% de los residuos municipales sean reciclados o preparados para su reutilización en 2025.
Además de la Ley 7/2022, también es relevante el Reglamento Europeo 2019/1009 sobre productos fertilizantes, que regula el compost y otros productos derivados de biorresiduos, asegurando que se cumplan ciertos criterios de calidad.
Procesos de tratamiento de biorresiduos
Estos procesos, combinados con operaciones de pretratamiento y postratamiento, optimizan la valorización de la materia orgánica y garantizan la calidad de los productos finales, como el biogás y el compost.
- Compostaje. El compostaje es un proceso biológico en el que los microorganismos descomponen la materia orgánica, transformándola en compost, un abono natural de alta calidad.
- Digestión anaeróbica. La digestión anaeróbica es un proceso biológico en el que los microorganismos descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno, produciendo biogás (una mezcla de metano y dióxido de carbono).
- Uso en biocombustibles. Los biorresiduos pueden utilizarse como materia prima para la producción de biocombustibles, como el bioetanol y el biodiesel.
Beneficios del manejo adecuado de biorresiduos
Transformando residuos orgánicos en compost y biogás, se contribuye a la recuperación de suelos, la producción de energía limpia y la reducción de gases de efecto invernadero.
Se evita que se contaminen aguas subterráneas y suelos, se conservan ecosistemas y se reduce la utilización de compostaje químico.
Además, la gestión eficiente de la materia orgánica promueve la recogida selectiva y mejora la calidad de las demás fracciones de residuos, incrementando las tasas de reciclaje.
Retos en la gestión de biorresiduos
Uno de los mayores problemas de la gestión de los biorresiduos es la contaminación de la fracción orgánica. La presencia de materiales no orgánicos en la fracción orgánica dificulta los procesos de tratamiento.
También su compleja logística y la falta de infraestructuras afectan de manera negativa a su desarrollo.
Casos de éxito en el manejo de biorresiduos
Un ejemplo de éxito es el caso de El Zoo de Akron, en Estados Unidos, donde han implementado un sistema de compostaje automatizado.
Este compostador automático facilitará el compostaje de 47 toneladas de desechos orgánicos (restos de comida de los animales, restos de madera…). El compost resultante, libre de químicos, se utiliza para abonar las zonas verdes del propio zoo, generando un ahorro y cerrando el ciclo de los nutrientes.
Además, la energía necesaria para el funcionamiento del compostador se obtiene a través de paneles solares, lo que refuerza el compromiso del zoo con las energías renovables.
Innovaciones en el tratamiento de biorresiduos
Tecnologías emergentes
- Compostaje doméstico. Permiten el tratamiento de los biorresiduos generados en hogares y pequeñas comunidades. Son una alternativa eficiente y sostenible para zonas rurales y urbanas con limitada infraestructura.
- Sistemas de compostaje automatizados. Sirven para agilizar y optimizar el proceso de compostaje, reduciendo los tiempos de producción y mejorando la calidad del compost.
- Sistemas inteligentes. Estos sistemas inteligentes de recogida y clasificación incorporan sensores para medir gases, algoritmos para optimizar rutas y plataformas de monitoreo para plantas de tratamiento, produciendo una gestión más eficiente y precisa.
Avances en investigación
Por un lado, se están optimizando los procesos de digestión anaeróbica para maximizar la producción de biogás y mejorar la calidad del digestato, un valioso fertilizante.
Y a la vez, se exploran nuevas vías para transformar los biorresiduos en bioplásticos sostenibles como el PLA y el PHA, reduciendo así la dependencia de los plásticos derivados del petróleo. Además, la biotecnología abre un amplio abanico de posibilidades para obtener productos de alto valor añadido a partir de estos residuos, como enzimas y vitaminas, lo que suma un valor económico a la gestión de los residuos orgánicos.
Consejos prácticos para la gestión de biorresiduos
Algunas medidas sencillas que podemos adoptar en nuestro día a día son:
- Separar los residuos. Depositar los residuos orgánicos en contenedores específicos para su recogida selectiva.
- Reducir la generación de residuos. Evitar el desperdicio de alimentos es la clave, comprar productos locales y de temporada, utilizar envases reutilizables y preparar porciones adecuadas de comida.
- Compostar en casa. Si se tiene espacio, se puede instalar un compostador en el jardín o balcón para aprovechar los residuos orgánicos y generar tu propio compost.