Bioplásticos: ¿qué son y cómo se reutilizan?

bioplasticos

Los bioplásticos se han convertido en una alternativa sostenible que ayuda a reducir la huella medioambiental, especialmente si va unida a prácticas de reducción, reutilización y reciclaje. ¿Pero qué es un bioplástico y cómo se reutiliza?

¿Qué es un bioplástico?

De manera técnica, podemos decir que los bioplásticos son tipos de polímeros sintetizados por vía biotecnológica o a partir de biomonómeros, o bien plásticos biodegradables que pueden provenir de fuentes fósiles o no renovables. Un bioplástico puede estar hecho de ácidos polilácticos o de polihidroxialcanoatos producidos a partir de microorganismos.

La producción de bioplásticos suele implicar la fermentación de carbohidratos y sus azúcares derivados de la biomasa para producir monómeros, que se polimerizan posteriormente para formar materiales que pueden tener propiedades similares a las de los plásticos tradicionales. Pero también hay otras formas de generar bioplásticos, como el uso de polímeros naturales a los que se les añaden aditivos como plastificantes o la utilización de organismos vivos.

Para entenderlo mejor, los bioplásticos son un tipo de plástico procedente tanto de fuentes renovables como de materiales biodegradables. A diferencia de los plásticos convencionales -que son derivados del petróleo-, los bioplásticos se obtienen de materias primas como el almidón de maíz, la caña de azúcar, los aceites vegetales, la patata, la biomasa, los residuos agrícolas, el yute, el cáñamo o la celulosa, entre otros.

Está demostrado que los bioplásticos conservan todas las propiedades originales, por lo que son tan útiles como los plásticos convencionales y, además, generan menos residuos, por lo que son una alternativa viable y sostenible que aporta ventajas tanto al medioambiente como a la sociedad.

El uso de bioplásticos tiene un gran impacto en la sostenibilidad del producto final. Por eso, cada vez más empresas en todo el mundo apuestan por los materiales bioplásticos, impulsadas por una mayor concienciación social respecto al medioambiente y por los cambios legislativos recientes.

Características de los bioplásticos

Un bioplástico tiene características muy interesantes desde el punto de vista de la sostenibilidad. Podemos destacar algunas propiedades como:

  • Su origen orgánico: están fabricados a partir de materiales orgánicos como plantas, algas o microorganismos.
  • Son biodegradables: su proceso de biodegradación y desintegración natural en el medioambiente es muy rápido, lo que reduce la acumulación de residuos.
  • Son renovables: se producen a partir de fuentes que se regeneran rápidamente, como los cultivos agrícolas o las algas.
  • Su versatilidad: tienen múltiples aplicaciones, ya que sus propiedades físicas y químicas pueden adaptarse para cumplir con distintos requisitos de uso.
  • Son compatibles con el reciclaje: muchos pueden ser reciclados junto con los plásticos convencionales.
  • Su huella de carbono es más baja que la de los plásticos convencionales, lo que permite reducir las emisiones de carbono.
  • Su menor dependencia de los combustibles fósiles, lo que diversifica las fuentes de materia prima y disminuye la presión sobre los recursos no renovables.
  • Su contribución al desarrollo y la innovación: la investigación es continua para encontrar materiales con mejores propiedades y mayores aplicaciones cada vez.

Todas estas características hacen que los bioplásticos sean una opción muy ventajosa.

Tipos de bioplásticos y ejemplos

Existen diversos tipos de bioplástico, aunque principalmente podemos diferenciar entre los biodegradables y los no biodegradables. Pero también podemos realizar otras clasificaciones en función de sus características y aplicaciones: derivados de la biomasa, polímeros biocompatibles, de origen fósil, etc.

A continuación, vamos a fijarnos en su origen para conocer mejor los bioplásticos con ejemplos que pueden llegar a sorprendernos:

Bioplástico de almidón de maíz

El bioplástico de almidón de maíz es uno de los más populares. Uno de los componentes de la harina de maíz es el ácido poliláctico, un polímero con características muy parecidas al tereftalato de polietileno (PET).

Entre sus propiedades, podemos destacar que se descompone perfectamente en agua (por lo que es biodegradable) y que no contiene gluten, por lo que en su procesamiento no genera un problema de contaminación que pueda afectar a las personas con enfermedad celíaca o con sensibilidad al gluten.

Esto significa que puede tener múltiples aplicaciones. Entre ellos, la fabricación de envases industriales para transportar alimentos y bebidas.

Bioplástico de cáñamo

Otro ejemplo innovador es el bioplástico de cáñamo. Esta planta cuenta con fibras vegetales resistentes y absorbentes, por lo que se ha convertido en un material muy interesante para fabricar distintos tipos de bioplásticos con diversas aplicaciones, como pueden ser la celulosa de cáñamo, el celuloide, el rayón o el celofán, entre otros.

Estos materiales resultan muy duraderos y también ofrecen ventajas como su precio o su resistencia a fuentes de calor, lo que hace que estos bioplásticos sean seguros incluso en la cocina.

Gracias a su resistencia, el cáñamo se ha utilizado como materia prima para diversas aplicaciones, desde cascos de rugby a instrumentos musicales, productos electrónicos o incluso el revestimiento de las puertas de algunas marcas de coches.

Bioplástico de cáscara de plátano

El bioplástico de cáscara de plátano es otro ejemplo con interesantes propiedades. El almidón que contiene le otorga gran resistencia y elasticidad, por lo que puede dar lugar a un material con muchos usos que ayude a reducir la contaminación.

El proceso de obtención es sencillo y económico, y permite convertir las cáscaras de plátano en películas bioplásticas que cuentan con estupendas propiedades antioxidantes y protección contra la radiación ultravioleta.

Esto permite obtener bioplásticos con diversas aplicaciones, como envases para alimentos, bolsas biodegradables, juguetes o componentes para la industria textil, entre otros usos. También se utiliza en la construcción como material de aislamiento y en la agricultura como biofertilizante.

¿Cómo se reciclan y reutilizan los bioplásticos?

Como hemos visto, los bioplásticos tienen numerosas aplicaciones en diversas industrias: envases, sector textil, agricultura, automoción e incluso dispositivos médicos. Según el tipo de bioplástico, sus características pueden ser diferentes, por lo que cada uno puede ser adecuado para unas aplicaciones u otras.

Por otro lado, no todos los bioplásticos son biodegradables en entornos naturales y requieren de compostaje industrial para descomponerse adecuadamente, lo que hace necesario el uso de unas instalaciones e infraestructuras de reciclaje específicas.

Los bioplásticos, por tanto, pueden reciclarse y reutilizarse de diferentes formas, en función de su tipo y composición. Los bioplásticos biodegradables y compostables se pueden depositar en contenedores de residuos orgánicos o en contenedores específicos de compostaje, donde se descomponen de manera natural. Los bioplásticos no compostables, en cambio, se pueden reciclar junto a los plásticos convencionales.

El origen de las materias primas y la eficiencia de su proceso de producción es clave para que los bioplásticos tengan un impacto más positivo desde el punto de vista ambiental. Eliminar los plásticos de un solo uso es el objetivo para reducir la huella medioambiental, por lo que quedan por delante importantes desafíos y la innovación es esencial para la adopción masiva de los bioplásticos como alternativa sostenible.

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