Clavos, tornillos, herramientas…: ¿dónde tirar el hierro?

dónde tirar el hierro

El hierro es un metal de color gris plateado, que tiene como símbolo químico (fe). Es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre y uno de los más usados desde tiempos remotos hasta la actualidad. Pero, una vez que ya no lo utilizamos puede surgirnos la duda de dónde tirar el hierro.

En nuestra vida diaria tenemos más elementos en casa hechos de este material de los que pensamos, empezando por la puerta de entrada, que se suele reforzar con este metal, las barandillas de la escalera, los cabeceros de las camas, alguna lámpara que alumbra el salón y utensilios de cocina. Esto se puede conseguir porque darle forma es muy fácil, se funde y se crean formas diversas que dan un toque elegante a la estancia.

También es muy usado en material de construcción, al igual que la mayoría de las herramientas, como tornillos, martillos, llave inglesa, alicates…

Los objetos de hierro hay que depositarlos en el punto limpio

Este tipo de objetos se debe llevar al punto limpio para su posterior recogida y reciclaje. De esta manera se ayuda a mejorar la situación actual de contaminación debido a que se consume menos agua, aire y energía que si se tuviera que hacer una pieza de cero.

¿Y el resto de metales?

Reciclar metales puede que no sea una tarea fácil, debido a que hay muchos y en ocasiones no los identificamos correctamente: latas de aluminio, latas de conserva, papel de aluminio, lata de refresco… todos estos residuos conllevan un proceso de reciclado necesario que comienza al depositarse en un punto adecuado. ¿Pero dónde debemos tirar los objetos de metal? ¿Se debe tirar al contenedor?

En este caso, la respuesta es sí la mayoría de las veces, pero no deben depositarse ni en el contenedor azul (cartón y papel), ni en el de residuos orgánicos, ni en el de contenedor de vidrio o resto. La mejor opción es tirarlos en el contenedor amarillo, donde se tiran envases de plástico, latas… siempre que el metal se encuentre en un envase. Si los residuos fueran de otro tipo, es conveniente llevarlos al punto limpio, al igual que pasa con los de hierro.

El proceso de reciclaje tiene varias fases, en las que está incluida la separación de los que están en buen estado de los que no; la preparación y la trituración para poder ahorrar energía en la fundición; la propia fundición donde se crean metales totalmente nuevos y, por último, la purificación, donde se aseguran de que estén libres de impurezas.

Hay que tener en cuenta que aquellos que han servido para almacenar productos tóxicos no podrán reutilizarse. Ese tipo de envases deberá depositarse en un punto limpio. Sin embargo, siempre que estén limpios, materiales como el hierro, el acero o el cobre sí pueden reciclarse.

Una segunda vida con las manualidades

Si eres un poco manitas lo tendrás más fácil para que se te ocurra algo curioso con el material que ya no usas. Simplemente dándole un poco al ingenio y navegando por internet, podrás utilizar herramientas antiguas como decoración o percheros, figuras con tornillos o latas como floreros o lapiceros. ¡Pon a prueba tu imaginación!

Fuentes:

https://www.lenntech.es/periodica/elementos/fe.htm

https://www.caracteristicas.co/hierro/

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