Cómo reciclar heces
Las heces, con su mal olor y aspecto desagradable, parecen destinadas a ser desechadas sin alternativa. Lo llamamos hez, caca o cariñosamente «popó», pero además de ser desechos pueden convertirse en un material reutilizable que facilite nuestra vida. Cada vez hay más empresarios, científicos y expertos centrados en conseguir que las heces produzcan algo mucho más provechoso. Por ejemplo, el fundador de Microsoft, Bill Gates, anunció a principios de 2015 que su fundación iba a financiar una máquina capaz de transformar los excrementos humanos en agua potable y electricidad. ¡Parece imposible!
La base de este proceso es el aprovechamiento de los nutrientes, materia orgánica y energía que se almacenan en los excrementos, tanto humanos como animales. El uso más común es el de fertilizante en la agricultura, jardinería, acuicultura u horticultura. Además, la caca también puede ser una fuente de energía o un material de construcción, entre otros.
Nitrógeno, fósforo, potasio o micronutrientes tales como azufre y materia orgánica son algunos de los componentes de los excrementos que pueden aprovecharse para otros fines. Algunas culturas ya han practicado con estos procesos, aprovechando tanto las heces humanas como las heces de perro u otros animales, además de las aguas grises. No obstante, se trata de procedimientos llevados a cabo en países en vías de desarrollo y con pocas regulaciones, lo que los convierte en poco seguros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2006 ciertas precauciones enmarcadas en una serie de reglas que ayudan a convertir este proceso en algo más seguro, gracias a «una metodología de barreras múltiples».
Dónde se tiran las heces
Para 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcan la meta de conseguir que toda la población mundial posea acceso a saneamiento, reducir a la mitad la proporción de aguas grises no tratadas y aumentar su reciclaje y reutilización segura.
Más allá de las heces humanas, nuestras mascotas también generan residuos que pueden crear dudas a la hora de desecharlos. Los excrementos de gato suelen estar mezclados con la arena específicamente tratada para su deposición. Esta, cuando ya no puede seguir utilizándose, debe tirarse en el contenedor de restos, el gris.
Por otro lado, reciclar heces de perro también puede plantear dudas. En este caso, es importante recoger las deposiciones puesto que no son un abono natural, dado que las bacterias que las habitan podrían contaminar el suelo.
Los excrementos de otras mascotas como conejos, chinchillas, hurones o pequeños roedores en general también deberán depositarse en el contenedor gris, preferiblemente almacenados en bolsas biodegradables que favorecerán la descomposición.
Fuentes:
https://www.abc.es/sociedad/20150510/abci-usos-heces-combustible-201505091641_1.html