Cada ciudadano genera al año una media de más de seis veces nuestro peso en residuos. Teniendo en cuenta la población mundial, esto supone millones y millones de toneladas. Una parte de esta es reciclada, sin embargo, gran parte termina en vertederos, mares y ríos.
En los últimos años el uso de las pilas se ha reducido notablemente respecto a unas décadas atrás, pero su uso todavía sigue siendo más común de lo que parece, y a veces se nos olvida que su vida no es infinita. Por ello, necesitamos saber qué podemos hacer con ellas una vez se hayan agotado.
Si eres de las personas que utiliza velas a diario, pero luego no sabe qué hacer con ellas una vez que se han consumido, debes saber que es posible reutilizarlas y reciclarlas.
Cada vez son más las empresas que priorizan la buena gestión de sus residuos consiguiendo multitud de beneficios tanto para las mismas como para el medioambiente.
La bolsa amarilla es aquella destinada al depósito de envases plásticos aptos para el reciclaje. Ha sido creada para ayudar a la separación de residuos en origen (nuestra casa) y facilitar su tratamiento en las plantas de reciclaje.
Una vez utilizada la bolsa de frío calor, y ya habiendo eliminado la dolencia, puede surgir la duda sobre qué hacer con ella, ¿la conservo?, ¿la tiro a la basura?, ¿la puedo reciclar?
Es probable que en casa tengas tazas con una impresión descolorida o borrosa, eso significa que se han sublimado de modo incorrecto o que la tinta es de baja calidad. Sea cual sea el caso, al notar algún defecto en tu taza evita pensar que ya no sirve. Tienes que saber que merece un mejor destino que el contenedor de la basura o el sitio más escondido de la alacena.
La principal causa del impacto ambiental que provoca el sector de la construcción es la mala gestión de la gran cantidad de residuos que genera. Si estos materiales no se reciclan o reutilizan terminan depositados en vertederos, lo que provoca la contaminación de suelos y acuíferos.
Siempre que se pueda, lo ideal es evitar el uso de las bolsas de plástico desechables que nos ofrecen el supermercado para pesar nuestra fruta, verduras y productos a granel. La solución pasa por las bolsas reutilizables, pero no todos los supermercados las facilitan, así que vamos a contarte algunas alternativas.