¿Sabes cuánto tarda en degradarse un chicle?
Bien es sabido que existen residuos que tardan mucho tiempo en degradarse y otros no tanto: todo depende del material con el que estos estén fabricados. ¿Cuánto tarda en degradarse un chicle? En este artículo vamos a averiguarlo.
Por ejemplo, las bolsas de plástico pueden tardar hasta 150 años en degradarse, una pila común tarda entre 500 y 1.000 años en desaparecer, las botellas de vidrio alrededor de 4.000 años y a una manzana le basta con 6 meses. Todo depende de la composición del residuo, pero ¿alguna vez te habías preguntado cuánto tarda en degradarse un chicle?
Los chicles, también conocidos como gomas de mascar, son un elemento que, por la irresponsabilidad de los ciudadanos, vemos a diario por las calles. Eso nos hace replantearnos la siguiente pregunta: ¿somos realmente conscientes del daño que estos suponen para nuestro entorno? Para dar respuesta a esta pregunta primero vamos a analizar de qué están hechos los chicles.
¿De qué se componen los chicles?
Para empezar, las gomas de mascar se componen de ingredientes tanto solubles como insolubles. Entre los ingredientes insolubles se encuentran la goma base y otros componentes que se encargan de aportar el característico aroma que tienen. El resto de los ingredientes ya son solubles, lo que quiere decir que se disuelven en contacto con el agua. Estos son los edulcorantes, los polioles, algunos sabores y el jarabe de glucosa.
Seguro que ya conocías todos o la gran mayoría de estos ingredientes, pero lo que debes saber es que el más problemático es la goma base. Por si no lo sabías, se trata de una sustancia insoluble (como ya hemos comentado) e inerte que contiene nutrientes. Esta actúa como base para el resto de ingredientes que aportan el aroma y el sabor.
¿Cuánto tiempo necesita un chicle para descomponerse?
Ahora que ya sabemos de qué están formados podemos tener una respuesta a nuestra pregunta inicial. Un chicle tarda en degradarse alrededor de 5 años. Si lo comparamos con las colillas, que tardan varios años e incluso puede que décadas, vemos realmente no hay tanta diferencia entre estos dos residuos. Por su parte, una colilla puede llegar a contaminar hasta 50 litros de agua.
En definitiva, no se trata sólo de un problema visual para nuestras calles, sino que suponen un problema real para el entorno. Además, provocan problemas de higiene debido a que atraen una enorme cantidad de gérmenes, ¡un sólo chicle puede llegar a contener hasta 50.000!
Ahora que sabes del peligro que los chicles suponen para el entorno, que además no son reciclables, recuerda que puedes evitar generar todo este impacto, con un gesto tan sencillo como depositarlo en el contenedor gris o de restos. ¡Cuidar nuestras calles y ecosistemas es una responsabilidad común!
Fuentes: