Dónde tirar excremento de perro
Un perro de tamaño mediano, alrededor de 15 kilos, evacúa diariamente cerca de 600 gramos de excremento. Es decir, unos 18 kilos al mes y 216 kilos al año. Si los dueños no se preocupan de recoger estos desechos, las ciudades quedan cubiertas de un material que no solo es desagradable y maloliente, sino que puede resultar peligroso.
Una vez depositada en el suelo, la caca del perro empieza a descomponerse. El sol y la humedad hacen efecto, hasta llegar a solidificar el excremento. Después, se convertirá en un fino polvo que puede moverse por cualquier sitio. De esta manera se dispersan gracias al viento y la lluvia, contaminando agua, aire, alimentos y todo lo que encuentren en su camino.
El problema está en que gran parte de estas defecaciones contienen parásitos o bacterias como la Toxocara canis o la Ancylostoma. Estos son dos parásitos que habitan el intestino de los perros, pero no son tan amigables con los seres humanos, a quienes puede causar enfermedades.
Para combatir estos peligros basta con tomar algunas precauciones básicas, empezando por recoger las heces de nuestras mascotas siempre, sin excepción. Se deberán depositar en el contenedor gris. Además, es recomendable mantener a los animales correctamente desparasitados y lavarnos las manos después de recoger estos desechos o utilizar gel hidroalcohólico.
Importancia de manejar correctamente los excrementos
Los excrementos de perro contienen diversas bacterias, virus y parásitos que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. Si no se recogen correctamente, se está contaminando el entorno y poniendo en riesgo nuestra salud y la de los demás.
Además, los excrementos contribuyen a la proliferación de insectos y roedores, lo que genera problemas de higiene y malos olores en las zonas urbanas.
Impacto ambiental de los excrementos de perro
El impacto ambiental de los excrementos de perro es más significativo de lo que muchos creen. Al descomponerse, liberan nutrientes como nitrógeno y fósforo que pueden contaminar las aguas superficiales y subterráneas, provocando la eutrofización de ríos y lagos. Asimismo, contribuyen a la degradación de los suelos y a la pérdida de biodiversidad. En zonas con alta densidad de perros, la acumulación de heces puede generar problemas de salubridad y estética, afectando la calidad de vida de los habitantes.
¿Dónde tirar los excrementos de perro?
Siempre, sin ninguna excepción, los dueños de perros deben recoger las heces que estos depositan al defecar y orinar. Dejar los restos en el suelo, ya sea en la calle, el jardín, o cualquier otro lugar, no es seguro ni beneficioso para el medioambiente.
Para recoger los excrementos es preferible no utilizar bolsas de plástico tradicionales, porque no se descomponen. Para completar un proceso correcto, se pueden utilizar bolsas biodegradables que permiten depositar la caca en su interior y luego tirarlas al contenedor de restos, el de color gris, dado que tanto la bolsa como el contenido se descompondrán de manera normal. Incluso usando una bolsa biodegradable deberemos depositar la bolsa en el contenedor gris y nunca en ningún otro contenedor.
No se debe dejar este desecho al aire libre, ni tirado en los suelos de parques de la ciudad o el campo, puesto que además de dar mal aspecto, puede llegar otro animal o persona que no sepa lo que es y encontrarse un desagradable regalo.
Otra opción es recoger los restos de excremento en papel, ya sean bolsas o periódicos, que ayudarán a contaminar aún menos. A pesar de ser incómodo y menos higiénico a simple vista, el papel es la opción más sana para el medioambiente.
Los excrementos de perro no son abono
El alimento que consume cada animal es lo que marca la diferencia en sus excrementos. Los perros son animales básicamente carnívoros, cuyas heces portan ciertos microorganismos que les impiden ser abono para el campo o las plantas.
Los excrementos que sí pueden utilizarse como abono natural son aquellos que vienen de animales alimentados a partir de materia verde (vacas, ovejas, cerdos). Las heces de un herbívoro son un estupendo compost, a diferencia de aquellas depositadas por un carnívoro. Existen algunos procesos que pueden convertir estas últimas en abono apto para alimentar plantas, pero es un tratamiento específico de difícil réplica en casa.
Alternativas ecológicas
Compostaje de excrementos de perro
Si tienes jardín o una zona de tierra y tu perro deja excrementos, es importante recordar como acabamos de ver, que no actúan como abono.
El compostaje de heces de perro tampoco es recomendable, ya que incluso puede ser perjudicial para la salud.
Aun sometiéndolas a un proceso de compostaje, el alto contenido en patógenos hace que no se pueda garantizar su eliminación. Y menos en instalaciones caseras con recursos limitados. Utilizar este compost o dejar las heces en huertos, puede contaminar los alimentos y provocar enfermedades.
Utilización de sistemas de eliminación de desechos de mascotas
Aunque en el mercado existen productos a base de concentrados bacterianos de microorganismos vivos que degradan las heces y las convierten en abono. Si usamos este tipo de productos es indispensable asegurarnos de su eficacia y de llevarlo a cabo siguiendo las indicaciones de manera estricta.
Recomendaciones y mejores prácticas
Los dueños de los perros tienen la responsabilidad de mantener limpia la ciudad. Recoger siempre los excrementos de tu mascota y depositarlos en el lugar correspondiente. Para localizar las papeleras con dispensadores de bolsas, en Madrid, por ejemplo, puedes utilizar la herramienta ‘Visualiza Madrid con Datos Abiertos‘. Además, se recomienda diluir la orina del perro con agua y vinagre para evitar manchas y malos olores.
Normativas locales sobre la disposición de excrementos
La nueva Ley de Bienestar Animal, aprobada en 2023, ha introducido cambios significativos para los dueños de mascotas. Una de las novedades es la unificación de las sanciones por no recoger los excrementos de perros. Anteriormente, la cuantía de estas multas variaba entre municipios o ayuntamientos, pero ahora la ley establece un rango de sanciones que va desde los 500 hasta los 10.000 euros para infracciones leves.
Con estas multas se garantiza una mayor equidad en la aplicación de las normas y fomentar una convivencia más limpia y respetuosa entre mascotas y ciudadanos. Además de recoger las heces, los dueños también están obligados a limpiar los orines en lugares públicos, utilizando productos biodegradables, sobre todo en puertas y fachadas.
La ley también establece la obligatoriedad de realizar un curso de tenencia responsable y de contratar un seguro de responsabilidad civil para perros.
Consecuencias de no manejar adecuadamente los excrementos
Impacto en la salud pública
Las heces de perro, aunque puedan parecer un residuo inofensivo, pueden ser un problema tanto para el medioambiente como para la salud pública. Como ya hemos mencionado, un perro de tamaño mediano produce alrededor de 216 kilos de excrementos al año. Si imaginamos la cantidad de perros que conviven con nosotros en las ciudades, es fácil comprender la importancia del problema.
Problemas ambientales y de higiene
Al descomponerse, las heces liberan una gran cantidad de nutrientes, como nitrógeno y fósforo, que pueden contaminar las aguas superficiales y subterráneas. Este exceso de nutrientes provoca la proliferación de algas, lo que reduce la cantidad de oxígeno disponible para otras especies acuáticas y puede llevar a la muerte de peces y otros organismos.
Las heces de perro atraen a una gran variedad de insectos y roedores, como moscas, cucarachas y ratas, que pueden transmitir enfermedades y causar problemas de higiene en las viviendas y espacios públicos.
Si en vez de perro, quieres saber cómo gestionar los excrementos de tu gato, puedes revisar este post.