5 consejos para aplicar la ecointeligencia en tu vida diaria
Las personas toman decisiones cada vez más respaldadas sobre cuestiones ambientales y de sostenibilidad y son más conscientes de la necesidad de proteger el medioambiente. Para describir esta nueva tendencia en la sociedad nace el término de ecointeligencia.
La ecointeligencia es un concepto relativamente nuevo que se ha vuelto cada vez más popular durante la última década, pero ¿qué es la ecointeligencia?
¿Qué es la ecointeligencia?
La ecointeligencia es un enfoque integral en cuidar el planeta y el medioambiente que se basa en el conocimiento científico, la ética y la responsabilidad personal. Esta forma de actuar se puede desarrollar mediante distintas acciones a través de la educación y la conciencia ambiental. Por ejemplo, con labores como las que llevamos a cabo con el proyecto de Naturaliza.
Las personas que desarrollan la ecointeligencia son conscientes de cómo sus decisiones y acciones tienen un impacto en el medioambiente. Por eso, toman decisiones informadas y responsables en lo que respecta al consumo de energía, la gestión de residuos, la elección de productos y servicios y el transporte y la alimentación, entre otros. Pero, ¿qué medidas se pueden tomar para desarrollar la ecointeligencia?
Aplicar la ecointeligencia en tu día a día
La ecointeligencia es esencial para proteger nuestro planeta y nuestras comunidades, por eso planteamos algunas ideas para comenzar a cambiar la rutina por una más sostenible:
1. Reducir el desperdicio. Una de las mejores maneras de ser más ecointeligente es reducir la cantidad de desperdicio que producimos. Un ejemplo práctico es la reducción del uso de productos desechables, comprando alimentos a granel y utilizando bolsas reutilizables.
2. Reciclar adecuadamente. El reciclaje es una parte clave de la ecointeligencia. Es importante estar seguro de reciclar adecuadamente teniendo en cuenta lo que se puede tirar en cada contenedor y de reciclar todos los materiales posibles.
3. Ahorrar energía. Hay que intentar hacer solo el uso necesario de energía en casa y en el trabajo. Por ejemplo, apagando los dispositivos electrónicos cuando no se usen y empezar a utilizar bombillas de bajo consumo.
4. Comprar productos sostenibles. Elegir productos sostenibles, como los fabricados con materiales reciclados o renovables, puede ayudar a reducir el impacto ambiental que generamos. Hay que intentar buscar, en medida de lo posible, marcas que tengan políticas sostenibles y de responsabilidad social.
5. Participar en iniciativas locales y/o comunitarias. Las actividades y proyectos comunitarios que promueven la sostenibilidad y la protección del medioambiente son una buena oportunidad para cambiar tu rutina por una más sostenible. Puedes unirte a grupos locales que trabajen en proyectos de limpieza, jardinería, reciclaje y otras iniciativas ecológicas.
La ecointeligencia es un enfoque integral para vivir de manera responsable y sostenible que implica la comprensión de los principios de la sostenibilidad, la toma de decisiones basada en la ciencia, la consideración de los valores éticos y la asunción de la responsabilidad personal. Esta tendencia que se está dando los últimos años es muy positiva para el medioambiente y a medida que más personas desarrollen su ecointeligencia, se mejorará como sociedad para construir un futuro más sostenible y respetuoso con el planeta.