La construcción de edificios sostenibles
Los edificios sostenibles, o casas ecológicas, son una buena opción para hacer de la vida diaria un proceso mucho más respetuoso con el medio ambiente. Pero ¿cómo se construye una casa sostenible? ¡Os lo contamos!
Una vivienda ecológica es aquella que aprovecha los recursos naturales y respeta el entorno en el que se construye. Por lo general, se trata, además, de casas autosuficientes cuyo consumo es prácticamente nulo en comparación con las construcciones al uso. No necesitan ninguna fuente de energía externa para tener luz o agua caliente. Son conceptos independientes, ya que una casa puede ser autosuficiente sin ser ecológica o viceversa. La vivienda deberá estar construida con materiales respetuosos con el medio ambiente y su consumo deberá ser nulo. ¿Cómo se consigue una construcción así?
Así se construye una casa sostenible
El proceso de una construcción sostenible empieza con el planteamiento del proyecto bajo los requisitos de la arquitectura ecológica y autosuficiente. A pesar de tener unas reglas básicas de actuación, los requisitos y preferencias de los propietarios pueden incluirse y respetarse, ya que las opciones no se limitan.
Lo primero será visitar el terreno, estudiar su morfología y su interacción con las energías y materiales naturales. La incidencia del sol, la corriente del agua, su abundancia subterránea, la pendiente del terreno… este análisis permitirá determinar las posibilidades que la casa tendrá de aprovechar los recursos y las condiciones naturales que la rodean y deberán permitir su autosuficiencia.
Es imprescindible prestar atención a todos los detalles para evitar errores que impidan el correcto funcionamiento de la vivienda y su eficiencia energética. Posteriormente se pasará a la fase de construcción. Construir una casa ecológica no dista mucho de construir una casa al uso. Será necesaria la continua supervisión de los arquitectos y distintos profesionales, de manera que se compruebe el cumplimiento de todas las reglas y requisitos, ponemos de este modo ejemplos de varias construcciones sostenibles en el mundo para justificar tal parágrafo.
Molinos de viento para ser vistos
Uno de los principales problemas de la energía eólica es el tamaño de las turbinas, que ocupan vastas extensiones de terreno. Muchas empresas diseñan estos molinos con el objetivo de que pasen lo más desapercibidos posible.
La compañía holandesa Horst Gläsker’s ha decidido tomar el camino inverso y aplicar uno de los principios de la economía circular: la reutilización. En este caso, no cuando acabe la vida útil de sus turbinas, sino mientras están en funcionamiento. Además de proveer electricidad a las poblaciones cercanas, se erigen como coloridas esculturas.
La empresa australiana Hepburn Wind tuvo una idea parecida, aunque sus turbinas son menos llamativas: en este caso, han recurrido al artista callejero Ghostpatrol, de Melbourne, para decorar sus molinos.
El gran anillo verde
Enclavado en Cupertino (California), el Apple Park, que aún está en construcción, es una de las estructuras arquitectónicas más fascinantes del mundo. Este complejo no solo destaca por su inmenso tamaño (26 hectáreas y 150 metros de diámetro) y por su particular forma de anillo: cuenta con energía 100% renovable, siendo el edificio de mayor ventilación natural del mundo (no necesita calefacción ni aire acondicionado durante nueve meses al año) y su azotea está cubierta con paneles de vidrio curvado que la convierten en una de las instalaciones de energía solar más grandes del planeta.
Este complejo arquitectónico incluye varios pequeños recintos menores en los aledaños del edificio central y reemplaza 46 hectáreas de asfalto por campos de césped y más de 9.000 árboles nativos y resistentes a la sequía.
«Los espacios de trabajo y las áreas verdes están diseñados para inspirar a nuestro equipo y proteger el medio ambiente. Hemos logrado construir el edificio con el mayor rendimiento de energía en el mundo y el campus funcionará totalmente con energías renovables», indicó Tim Cook, CEO de Apple.
Reciclar para reinventar
La sede de la compañía eléctrica Alliander se encuentra en Duiven, Holanda: un antiguo grupo de edificios se ha convertido en un impresionante complejo que alberga a más de 1.500 trabajadores de la compañía. Se ha concebido como un enorme atrio transparente con fachadas de vidrio, coronado por una cubierta de formas orgánicas que no son casuales: imita a las estructuras de ventilación natural para optimizar la temperatura. La obra se ha desarrollado a partir de la arquitectura biomimética, esto es: sus soluciones se basan en la naturaleza.
Está equipada con paneles solares y agua subterránea para el almacenamiento térmico, y la propia estructura genera energía y la redistribuye por todas sus estancias. Desde el estudio Turntoo, responsable del proyecto, aseguran que más del 80% de las materias primas provienen de los antiguos edificios y que el mismo porcentaje podrá usarse para futuras construcciones.