Envases airless: la solución ecológica para reducir el desperdicio de productos

Un envase airless es una solución ecológica revolucionaria. Está diseñado con una tecnología innovadora que permite no solo proteger los productos, sino también hacerlo de una manera más sostenible y eficiente.

¿Qué es un envase airless y cómo funciona?

Los envases airless o envases ‘sin aire’ son aquellos diseñados de manera que el contenido no puede entrar en contacto con los factores ambientales, con el fin de evitar que se oxide o contamine. ¿Cuáles son los componentes de este tipo de envases?

• Una válvula de dosificación para controlar la cantidad de producto que sale del envase en cada pulsación.
• Una bomba o mecanismo de dispensación para empujar el producto desde el fondo hacia el dosificador para extraer el producto de forma controlada.
• Una botella airless de forma sencilla, hermética y opaca. Este recipiente se puede personalizar con colores, información o complementos como tapones o cajas contenedoras.

¿Un envase airless cómo funciona? Cuenta con un sistema hermético o de presión negativa que evita el contacto del producto con el aire exterior. Al presionar el dispensador, la válvula genera un vacío que permite la salida del producto sin que pueda entrar aire. El fondo del envase se desliza hacia arriba, creando un vacío entre este y la válvula, y expulsa el contenido hacia el exterior.

Este proceso permite una aplicación más higiénica y eficiente del producto, eliminando el riesgo de contaminación y también de desperdicio.

Tipos de envases airless: botellas y frascos

Los envases airless se pueden fabricar con diferentes tipos de materiales, los cuales se eligen en función de las necesidades del producto que van a contener. ¿Cuáles son los más habituales?

• Plástico. Se usa por su resistencia a la corrosión y a los agentes externos y también por su versatilidad para adaptarse a diferentes diseños.
• Vidrio. Es ideal para proteger los productos de la luz. Su inconveniente es que es caro, frágil y pesado.
• Aluminio. Este material solo se usa para algunos componentes de los envases airless, como la bomba de dispensación, ya que es ligero y resistente a la corrosión.
• Otros. Lo más frecuente es que un envase airless esté fabricado con una combinación de materiales diferentes. El recipiente y la válvula pueden estar hechos de polipropileno y la bomba, de aluminio. El problema es que esto dificulta su reciclaje.

Los envases airless pueden contener cualquier producto. No obstante, por sus características, están especialmente destinados a productos sensibles, como pueden ser cremas, maquillaje, etc., o también para aquellos que necesitan una dispensación exacta, como sueros, colirios… Por eso, los sectores que más utilizan los envases airless son la industria farmacéutica, los productos de limpieza o el sector cosmético.

Sistema airless en cosmética: innovación y sostenibilidad

El sistema airless en cosmética ha ganado terreno por su sencillez y eficacia para evitar que el aire entre en contacto con los componentes del cosmético. De esta forma, se evita su oxidación y se garantiza que el consumidor pueda usarlo con total garantía.

El envase airless se ha convertido en uno de los formatos de packaging más populares para ciertos productos cosméticos debido a sus numerosas ventajas:

• Evita el uso de conservantes en la fórmula del producto, ya que ayuda a mantener los componentes en condiciones óptimas, especialmente en aquellos de procedencia natural.
• Al evitar el contacto con agentes externos, el producto se mantiene en perfectas condiciones desde el momento de la apertura, por lo que permite alargar la conservación del cosmético durante más tiempo.
• El sistema airless en los envases permite dispensar la misma cantidad en cada uso, permitiendo extraer la porción justa para su aplicación. Además, el sistema impulsa el contenido de los frascos airless de abajo arriba, lo que garantiza el máximo aprovechamiento del producto.
• Esta fórmula permite mantener los principios activos del producto en óptimas condiciones, por lo que no se ven afectados por posibles interacciones con el aire o el agua.

Por todo ello, los envases airless son los más adecuados para los productos faciales, que son los que suelen dañarse más rápidamente al entrar en contacto con agentes externos, así como los productos cosméticos de procedencia natural. Eso sí, es un envase recomendado para cosméticos que no sean excesivamente cremosos, pues eso dificultaría la salida del producto.

Reciclaje y reutilización de envases airless: ¿qué podemos hacer?

El reciclaje en la industria cosmética es un gran desafío, pero, gracias a los envases airless, esto también tiene solución. Este tipo de envases suele hacerse con componentes que son 100% reciclables, por lo que se mantiene el compromiso medioambiental de reducir, reutilizar y reciclar.

Es cierto que el reciclaje se complica si el envase está compuesto de varios materiales al mismo tiempo, pero todos ellos son reciclables.

Además, al aprovechar al máximo el producto, también se evitan el desperdicio y la contaminación, por lo que es todavía más sostenible.

Estos envases, sin embargo, no suelen ser recargables, ya que podría perderse ese vacío que impide la entrada de aire al introducir la recarga.

¿Qué podemos hacer nosotros para contribuir al reciclaje y la reutilización de los envases airless? Tan solo tienes que depositarlos en los contenedores correspondientes, dependiendo del material concreto del que estén hechos. La mayoría de estos envases se fabrica con plástico y aluminio, por lo que un envase airless suele depositarse en el contenedor amarillo. No obstante, si el envase fuera de vidrio, debería depositarse en los contenedores verdes.

Beneficios ambientales y económicos de usar envases airless

Utilizar envases airless no solo es práctico, sino que también conlleva numerosos beneficios ambientales y económicos, entre los que podemos destacar:

• Menor desperdicio. El producto se aprovecha al máximo gracias a su sistema dispensador, que ofrece la dosis adecuada en cada aplicación.
• Mayor higiene. El producto nunca entra en contacto con el aire y otros agentes externos, por lo que el contenido permanece aislado y protegido de la oxidación y la contaminación.
• Menos conservantes. Los productos mantienen sus principios activos, por lo que su deterioro es más lento, de manera que no hace falta añadir conservantes a su fórmula, lo que resulta más seguro y natural.
• Más integridad. La vida útil del producto se prolonga porque este no está en contacto con el aire y tampoco se utilizan conservantes para su fabricación, lo cual también contribuye a mantener su fragancia, por ejemplo.
• Protección ambiental. Es posible reciclar la totalidad del envase airless porque no contiene muelles metálicos ni otros componentes que, en otro tipo de envases, nos obligan a depositarlos en el contenedor de basura no reciclable.

Todo esto genera también una mayor confianza en el consumidor, por lo que las marcas que utilizan envases airless mejoran su imagen y eso repercute en sus ventas. Un envase más innovador, más preciso, más higiénico y más duradero también es más atrayente. Y, además, la mayor conciencia sostenible de la sociedad es un factor a tener en cuenta a la hora de elegir el tipo de envase de un producto, pues puede marcar la diferencia.