¿Qué son y cómo funcionan los envases inteligentes?
Hace tiempo que los envases no solo nos muestran el código de barras, fecha de envasado o características sobre el producto adheridas al envase, sino que también son unos indicadores de la calidad y seguridad alimentaria. Los envases del futuro ya están aquí, son los envases inteligentes o smart packaging son aquellos que monitorizan de alguna manera las condiciones del alimento que llevan en su interior, facilitando datos acerca de su calidad durante el almacenamiento y el transporte.
Estos hacen referencia a varios aspectos del alimento envasado:
- Aspectos microbiológicos
- Los procesos fisiológicos
- Los aspectos químicos
- La infección del producto
Es decir, estos envases nos permiten interactuar con el producto y nos comunican información útil sobre las propiedades y el estado de este.
Por suerte, hoy en día existe una preocupación muy extendida por el medioambiente. La sociedad se está concienciando acerca de la importancia de ser sostenibles y, precisamente, los envases inteligentes, nos ayudan a reducir enormemente el desperdicio de alimentos. Estos son capaces de estar conectados con los consumidores y personalizar los productos sin que aparezcan intermediarios en este proceso.
El smart packaging, el cual se calcula que crezca en el mercado un 5% anual, tiene la capacidad de doblar la vida útil de muchos productos alimenticios. Este tipo de envases activos e inteligentes cuentan con una serie de indicadores para reflejar las condiciones en las que se encuentran los alimentos.
Tecnología detrás de los envases inteligentes
Los sensores, etiquetas inteligentes, códigos QR y RFID son solo algunas de las tecnologías que dan vida a los envases inteligentes. Estos dispositivos recopilan y transmiten datos en tiempo real sobre el estado del producto, la temperatura, la humedad, el tiempo de almacenamiento y la autenticidad, entre otros.
Para poder obtener datos del producto es necesario el uso de sensores. Estos pequeños dispositivos actúan detectando cambios en la humedad, la presión, la temperatura o cualquier otro parámetro que sea necesario monitorizar. De esta manera se puede controlar en tiempo real el producto. Por ejemplo, los sensores de gas pueden detectar si un producto cárnico ha entrado en una fase de descomposición, avisando al consumidor sobre el estado del alimento.
Por su parte, las etiquetas inteligentes funcionan almacenando y transmitiendo información. Pueden incluir códigos QR, RFID o NFC, que permiten al consumidor acceder a información detallada sobre el producto, como su origen, trazabilidad, fecha de caducidad e incluso recetas o consejos de preparación.
También se está investigando el uso de nanotecnología, con el objetivo de desarrollar envases inteligentes con propiedades antimicrobianas, de autoreparación y de control de la atmósfera interna. Estas propiedades permiten reducir el desperdicio y mejorar la seguridad.
Beneficios de los envases inteligentes
Los beneficios para el consumidor son múltiples. En primer lugar, una mayor seguridad alimentaria, ya que se tiene mayor control sobre la calidad del producto y su frescura, reduciendo posibles intoxicaciones o incidencias sanitarias.
El consumidor también va a poder acceder a información valiosa como el origen del alimento o producto, su trazabilidad o características ampliadas del mismo.
Estos aspectos resultan en una experiencia de compra más completa y atractiva, además de más personalizada.
Uno de los principales beneficios para la industria es la mejora de la trazabilidad del envase, pudiendo rastrear el producto desde su origen hasta el consumidor final, siendo capaces de aumentar la seguridad y la transparencia.
También revierte en una optimización de la cadena de suministro, mejorando el inventario y la posterior logística y distribución, lo que reduce las emisiones y los costes para la empresa.
Este nuevo modelo de envases permite tener un nuevo canal para comunicarse con el consumidor y se puede aprovechar para obtener una venta mucho más personalizada justo en el momento de la compra.
¿Cuáles son los sistemas inteligentes más importantes?
Entre los más destacados se encuentran estos cuatro:
- Indicadores de fugas. Están basados en oxígeno y dióxido de carbono y pueden ser empleados para monitorizar el grado de calidad de los productos alimenticios. Estos indicadores cambian de color a raíz de una reacción química, en función de la ausencia o presencia de estos dos gases. Una de sus principales ventajas es su utilidad para reducir los casos de intoxicaciones por ingerir comida en mal estado, ¡y así ganamos en seguridad alimentaria!
- Indicadores de frescura. Como el nombre indica, muestran el grado de frescura del producto envasado. Al igual que en los indicadores de fugas, muchos cambian de color para ayudarnos a identificar cuando un producto se encuentra a una temperatura óptima para ser consumido.
- Indicadores tiempo-temperatura. También conocidos por sus siglas en inglés TTI, controlan tanto el tiempo de conservación como la temperatura de los alimentos que envasan, y los incluyen en un solo elemento visual. Este smart packaging nos permite conocer si el producto ha sido expuesto a unas condiciones desfavorables de almacenamiento, pudiendo haber afectado a la correcta conservación y, por lo tanto, a la calidad del alimento. Se trata de un indicador de gran utilidad para verificar el buen estado de productos alimenticios que se mantienen congelados o refrigerados.
- Indicadores de radiofrecuencia. Te basan en etiquetas que contienen componentes electrónicos inteligentes que nos facilitan datos útiles para conocer, entre otros, la fecha de envasado y el precio, poniendo a nuestra disposición una gran cantidad de aplicaciones.
Estos cuatro son los indicadores más empleados en los envases inteligentes que se ayudan de las nuevas tendencias tecnológicas como la tinta inteligente. Esta se hace visible o invisible, así como varía en su color, dependiendo de si alcanza una temperatura concreta.
Gracias a estos envases inteligentes podemos protegernos nosotros y al medioambiente al mismo tiempo. Por un lado, nos ayudan a identificar productos en mal estado o que han sufrido alteraciones de calidad durante su almacenamiento o transporte; esto nos ayuda a protegernos a nosotros mismos. Y, por otro lado, resultan de gran utilidad para reducir enormemente el desperdicio de comida, lo que hace que nos acerquen a un futuro más sostenible que cada vez está más presente en nuestra sociedad.
Impacto ambiental de los envases inteligentes
El uso de envases inteligentes no solo mejora la experiencia de compra del consumidor y amplía la información del producto, también es capaz de generar un impacto positivo en el entorno. Esto lo logra gracias a varios puntos clave.
El primero de ellos es la reducción del desperdicio alimentario. Debido a un mejor control sobre la frescura y el estado de los alimentos envasados, no se desechan envases que todavía están en condiciones óptimas y se puede priorizar la venta de aquellos cuya información indique que están a punto de cambiar su estado de frescura, evitando así que se estropeé y tenga que ser desechado.
Los sensores y etiquetas inteligentes permiten un seguimiento en tiempo real del estado del producto, por lo que con esta información se pueden optimizar las rutas de transporte o identificar puntos críticos en la cadena de suministros. Además, estos envases se pueden diseñar para que se ajusten al tamaño y forma del producto, reduciendo así la cantidad de embalaje utilizado.
El uso de materiales sostenibles para los envases inteligentes, con productos biodegradables y sostenibles, es otro punto a tener en cuenta en el impacto ambiental de este tipo de productos.
Implementación de envases inteligentes en la industria alimentaria
Este tipo de envases, ya son una realidad en algunos sectores, como el cárnico y los productos frescos. Las grandes empresas están invirtiendo en esta tecnología para mejorar la seguridad alimentaria, la trazabilidad y la eficiencia en la cadena de suministro.
Otro de los usos más extendidos es la implementación en envases de productos lácteos, que modifican su color cuando el producto está a punto de caducar.
También podemos ver bastantes ejemplos de envases inteligentes con sensores de temperatura, en el ámbito de las bebidas. Algunas marcas de cerveza, por ejemplo, ya incluyen envases que modifican su apariencia cuando la bebida está a la temperatura ideal para su consumo.
En el futuro, se espera que la implementación de envases inteligentes en la industria alimentaria se generalice aún más. A medida que la tecnología se vuelve más accesible y la infraestructura digital se desarrolla, los envases inteligentes se convertirán en una herramienta esencial.
Envases inteligentes en el comercio minorista
Para los minoristas, este tipo de envases puede llegar a tener una gran utilidad.
Uno de los usos es la prevención de robos, las etiquetas inteligentes RFID detectan cuando un producto es retirado de la tienda sin pagar, lo que ayuda a prevenir el robo. Los sensores integrados en los envases también pueden detectar manipulaciones o daños en el producto, alertando al personal de la tienda.
El envase inteligente también permite un seguimiento en tiempo real del inventario, lo que ayuda a evitar roturas de stock, predecir demanda y optimizar la gestión de los pedidos.
Otro uso habitual es el de comprobar la autenticidad de un producto, usualmente se puede ver más en productos tecnológicos o de alto valor.
Desafíos y limitaciones de los envases inteligentes
Entre los desafíos a los que se enfrentan los envases inteligentes, nos encontramos con varios y el primero de todos es que son envases que normalmente suelen tener un coste más elevado que los envases tradicionales, tanto en su producción como en el desarrollo.
Otro factor es que en algunas ocasiones y dependiendo del uso, puede ser difícil encontrar algunos sensores de monitoreo o componentes de los indicadores.
Se requiere una infraestructura digital para poder gestionar correctamente el análisis de todos los datos generados por este tipo de envases.
También se especula con que puede influir negativamente en el comportamiento de los consumidores, haciendo que estos decidan solo comprar productos con unos niveles de frescura extremos, dejando de lado productos que estén en condiciones óptimas de consumo, solo por tener un nivel de frescura menor.
Tendencias futuras en envases inteligentes
La realidad aumentada se está integrando en los envases inteligentes para ofrecer al consumidor una experiencia interactiva y personalizada. Al escanear el envase con un móvil, el consumidor puede acceder a información adicional, como videos, recetas o incluso juegos interactivos, esto es muy interesante para las campañas de marketing de las empresas.
Otra tendencia es la de la inteligencia artificial, que se utiliza para analizar los datos recopilados por los sensores y etiquetas inteligentes. Esta información se puede utilizar para predecir el comportamiento del producto, optimizar la logística y ofrecer al consumidor recomendaciones personalizadas.
También la impresión 3D aparece como una tendencia. Esta tecnología permite crear envases inteligentes personalizados, con formas y funcionalidades específicas para cada producto. La impresión 3D abre la puerta a la producción de envases con materiales biodegradables y reciclables, contribuyendo a la sostenibilidad del sector.
Por último, destacar los envases activos, que, a diferencia de los inteligentes, son capaces de interactuar con el alimento para aumentar su vida útil, por ejemplo, incorporando sustancias que absorben oxígeno, humedad, sabores u olores.
Consideraciones éticas y de privacidad en la adopción de envases inteligentes
La cantidad de datos que se recopila a través de los sensores, etiquetas inteligentes y otros dispositivos integrados en los envases inteligentes es considerable. Es por ello que es fundamental garantizar la seguridad y privacidad de estos datos, protegiendo la información personal del consumidor y evitando su uso indebido.
Se deben implementar medidas de seguridad robustas para proteger los datos contra el acceso no autorizado, la piratería informática y el robo.
Debemos tener en cuenta que un uso indebido de estos datos puede provocar que empresas obtengan información sensible sobre nuestros hábitos, localización, estado de productos… Generando un posible perfil y utilizándolo, por ejemplo, para mostrar publicidad personalizada o estrategias de marketing.
Los envases inteligentes son una novedad que puede llegar a transformar nuestra forma de consumir. A pesar de los desafíos, las ventajas y el potencial de esta tecnología son inmensos.