¿Qué es y para qué sirve la granza de plástico?
La granza es el resultado obtenido de reciclar materiales plásticos usados. Es un proceso que consiste en recuperar el plástico que no se utiliza y convertirlo, mediante un proceso de transformación, en unas porciones de tamaño minúsculo. El resultado es un trozo fino con aspecto de “macarrón”.
A partir de esto se obtienen diferentes tipos de granzas de plástico: granzas de PELD, granzas de polietileno y granzas de PP rojo y negro.
Existen empresas dedicadas a agrupar piezas de plástico desechadas, después las clasifican y, por último, las prensan en fardos para posteriormente enviarlas a empresas de plástico que quieran utilizar esta granza como materia prima. Estas se usan para fabricar productos a partir de plástico reciclado.
¿En qué consiste el proceso de reciclado?
Es habitual pensar que al haber diferentes tipos de plástico, cada proceso se desarrolle de manera distinta. Esto es erróneo, el proceso de transformación de las granzas es el mismo para cualquier tipo de plástico.
Consiste en un transcurso que comienza con la división, limpieza, peletizado y posterior fase de moldeado que puede ser mediante inyección, termoformación y compresión.
Vamos a ver a continuación en detalle el proceso:
- Recepción de los plásticos no peligrosos. Suelen llegar de procesos industriales que los han rechazado.
- Triaje y limpieza. Se separan los materiales en grupos.
- Trituración. Todas las piezas de naturaleza plástica se trituran mediante máquinas giratorias que poseen cuchillas. El resultado son piezas reducidas de tamaño y con un aspecto homogéneo.
- Lavado. El plástico se introduce en unas bañeras industriales donde separan las posibles impurezas que puedan tener las piezas gracias a la densidad.
- Secado, granceado y empaquetado. Una vez las piezas están secas, los monofilamentos entran en un proceso de cortado donde se obtiene finalmente la granza.
¿Qué productos se hacen con la granza de plástico?
Es utilizada en gran variedad de productos. Gracias a que son inodoros, es decir, que no desprenden ningún olor, y no son tóxicos, los recipientes de alimentos y medicinas son los artículos más conocidos fabricados a partir de este material.
Por lo tanto podemos concluir que, ¡es una manera más de aprovechar los recursos al máximo!
Fuentes: