Inversiones verdes: Forjando un futuro sostenible y rentable
Entre los actuales inversores, los hay que no se limitan a buscar un retorno económico, sino que mantienen un fuerte compromiso con el medioambiente. Esta modalidad de inversión busca proyectos y empresas que contribuyan activamente a la sostenibilidad, marcando una diferencia significativa en la forma en que entendemos la inversión. En este artículo explicaremos en qué consisten las inversiones verdes.
Uno de los sectores que más crecimiento ha experimentado es el de los fondos de inversión sostenible y finanzas verdes orientados hacia criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), conocidos en inglés como ESG (Environmental, Social, and Governance). Este incremento ha sido impulsado en parte por las nuevas generaciones, que demuestran una mayor sensibilidad hacia la sostenibilidad.
Las inversiones sostenibles representan un enfoque de inversión único y no están confinadas a un nivel de riesgo específico ni a un tipo de activo concreto. En cambio, se pueden aplicar en diversas modalidades como la renta variable, la renta fija o los activos alternativos.
Si ya has modificado tus hábitos y conductas para que sean sostenibles con el medioambiente, todavía puedes ir un paso más allá y elegir productos financieros sostenibles.
Importancia para la sostenibilidad
Cuando nos referimos a la inversión sostenible, estamos hablando de una categoría específica de inversión que se dirige hacia productos financieros o empresas que están comprometidas con la responsabilidad medioambiental y social.
Esta forma de inversión redirige fondos hacia empresas o proyectos que mantienen un compromiso con la sociedad, enfocándose en productos y servicios que no generan contaminación y promueven el desarrollo de tecnologías innovadoras dirigidas a facilitar la transición hacia energías limpias, la agricultura sostenible y la prevención de la contaminación.
La importancia de las inversiones verdes se encuentra en su habilidad para alinear los objetivos financieros con la necesidad de conservar los recursos naturales. Estas inversiones simbolizan un avance significativo en el empeño colectivo de luchar contra el cambio climático, al impulsar tecnologías y métodos que disminuyen la huella de carbono y promueven un uso más eficiente de los recursos.
Tipos de inversiones verdes
Distinguimos dos tipos de inversiones verdes:
- Inversiones verdes directas. Son inversiones en las cuales los beneficios provienen directamente de las actividades ecológicas de la propia empresa.
- Inversiones indirectas. En este caso, el capital invertido por el trader se dirige a empresas cuyo core principal no se encuentra en la ecología, pero que poseen una división o línea de negocio enfocada en actividades verdes.
Las alternativas dentro del ámbito de las inversiones verdes son variadas, y cada una aborda un aspecto distinto de la sostenibilidad:
- Energías renovables. Incluyen inversiones en tecnologías de energía solar, eólica, hidráulica y biomasa. Estos proyectos tratan de eliminar o reducir la dependencia de combustibles fósiles y generar energía de manera limpia y renovable.
- Eficiencia energética. Centradas en mejorar la eficiencia en el uso de la energía, este tipo de inversiones incluyen la modernización de infraestructuras para reducir el consumo energético.
- Tecnologías limpias. Estas inversiones se centran en el desarrollo y aplicación de tecnologías innovadoras que minimizan la contaminación y mejoran la gestión de residuos y recursos naturales.
Para saber si una empresa realmente es verde, es necesario realizar una investigación exhaustiva de sus fundamentos y sus cifras en la cuenta de resultados.
Rendimiento financiero y sostenibilidad
Las inversiones verdes no sólo ofrecen beneficios ambientales, sino que también pueden ser financieramente rentables.
Los análisis han mostrado que las empresas con un fuerte enfoque en prácticas sostenibles tienden a experimentar un crecimiento financiero más estable y sostenido en el tiempo. Esto se debe a la eficiencia mejorada, la reducción de costes a largo plazo y el creciente interés de los consumidores en empresas responsables.
Instrumentos financieros sostenibles
Encontramos diversos instrumentos financieros a la hora de invertir nuestro patrimonio en inversiones verdes. A rasgos generales, tenemos dos activos:
Adquirir de manera directa acciones de alguna empresa ecológica que esté cotizando en bolsa, después de haber realizado un análisis. Esto nos otorga beneficios a través de la repartición de dividendos.
La otra opción, es invertir en vehículos cotizados que tengan como base un subyacente verde. Dentro de estas opciones, que no implican la compra directa de acciones, tenemos:
- Bonos verdes. Son emitidos por instituciones públicas o privadas y son un tipo de deuda. Su diferencia con otros bonos reside en su compromiso de destinar los fondos a proyectos medioambientales o climáticos. Especialmente diseñados para inversores preocupados con el medioambiente y el cambio climático. Se suelen usar principalmente en instalaciones renovables o de eficiencia energética, gestión de residuos o transporte limpio.
- Recibos de efectivo. Ciertas compañías enfocadas en energías renovables otorgan a veces la posibilidad de refinanciar sus instalaciones mediante la emisión y suscripción de bonos de efectivo.
- Financiación colectiva. Numerosas compañías en el sector de energías renovables ofrecen a los inversores la posibilidad de formar parte de sus operaciones de centrales eléctricas. Esta participación puede darse mediante la compra de acciones o la inversión en bonos.
- Fondos éticos. Se trata de fondos de inversión que eligen empresas tomando como base su rendimiento en términos de sostenibilidad y responsabilidad social. Estos fondos excluyen específicamente industrias como la del tabaco, las armas y los combustibles fósiles de su cartera de inversiones.
Empresas sostenibles y ética empresarial
La tendencia hacia la inversión socialmente responsable ha llevado a muchos inversores a priorizar productos financieros relacionados con proyectos que mejoran la vida de las personas, ya sea a través de inversiones activas o pasivas, con asesoramiento de gestores especializados.
Sin embargo, existe una zona algo opaca en lo que respecta a las inversiones verdes, con opiniones enfrentadas sobre si empresas tradicionalmente no ecológicas, pero con iniciativas ambientales, cuentan como inversiones verdes.
Por ejemplo, una petrolera que invierte en energías renovables podría no compensar el impacto de su negocio principal. A pesar de esto, las empresas que enfatizan la sostenibilidad suelen tener una mejor reputación y una mayor lealtad de los consumidores, lo que se traduce en una marca más fuerte y ventajas competitivas en el mercado.
Consejos para invertir de forma sostenible
Para quienes estén interesados en invertir de manera sostenible, es vital una investigación exhaustiva y el uso de plataformas y recursos confiables. Además, la diversificación de la cartera y el seguimiento constante de las tendencias del mercado son claves para el éxito en inversiones verdes.
Las inversiones verdes representan una oportunidad única para contribuir a un futuro más sostenible. Ofrecen una forma de alinear los objetivos financieros con los valores personales y sociales, creando un impacto positivo en el mundo sin sacrificar el rendimiento financiero.
A pesar de que aún existen incertidumbres y desafíos en la implementación del Reglamento de Divulgación de Información Relacionada con la Sostenibilidad (SFDR) y la Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros II (MiFID II), es indiscutible que las inversiones sostenibles están ganando una presencia cada vez mayor en el mercado, y parece que se convertirán en un componente crucial de la nueva realidad financiera.
Lo cierto es que este modelo verde puede convertirse en un instrumento fundamental para apoyar el objetivo de conseguir una economía sostenible, teniendo en cuenta el reto global del cambio climático.