¿Qué es el PET?
El PET (tereftalato de polietileno) es un tipo de plástico transparente, ligero, fuerte, seguro, irrompible y reciclable. Gracias a estas características, los usos que se le pueden dar son muchos y muy distintos.
Además, se puede almacenar, transportar y tratar de manera sencilla, por lo que se adapta fácilmente a una sociedad en continua transformación. Es uno de los pocos plásticos que pueden ser reciclados repetidamente sin perder sus propiedades fundamentales y es ampliamente utilizado para fabricar objetos de diseño contemporáneo.
Por estos motivos, este material ha sido el responsable de sustituir progresivamente al vidrio en multitud de objetos.
¿Se puede reciclar el PET?
Sí, y no sólo eso, sino que este tipo de plástico, además de ser uno de los más utilizados, es el que más se recicla en el mundo. El proceso de reciclaje de PET genera un gran impacto ambiental, particularmente en Europa Occidental, donde se estima que el uso de PET reciclado puede reducir hasta 200.000 toneladas anuales de plástico virgen de origen fósil.
Las características de este material permiten reciclarlo múltiples veces, pero solo puede utilizarse como material para almacenar alimentos la primera vez. Después, se utiliza para crear diferentes productos de PET reciclado como fibras textiles, correas y botellas o envases para usos no alimentarios (detergentes, productos de limpieza, etc.).
El ciclo de vida prolongado del PET es posible gracias a la tecnología avanzada y la maquinaria especializada que existe para su reciclaje. Estos sistemas permiten descomponer y reconfigurarlo de manera eficiente y segura, generando un material reciclado que mantiene un alto grado de calidad y funcionalidad.
¿Dónde se recicla el PET?
El primer paso para reciclar el PET es identificarlo como tal para poder procesarlo adecuadamente. En el fondo de los envases hechos de este plástico se leen las siglas PET o PETE (correspondientes a polietileno tereftalato, en inglés), dentro de un triángulo formado por flechas. Los símbolos del reciclaje son claves a la hora de gestionar los distintos residuos.
Ante todo, saber que el PET debe ir en el contenedor amarillo. Después de la identificación, llega el momento de tratar el material para reciclarlo. Esto se puede hacer de manera mecánica o química.
El proceso mecánico, -que es el más utilizado-, consiste en trocear el plástico para después reutilizarlo. A estos trocitos de plástico se les llama granza. En función del uso que se le vaya a dar se podrá mezclar con otros elementos.
El método químico puede incluir la extracción de gases, aplicación de calor o de sustancias químicas. No obstante, queda mucho por avanzar en este tipo de técnicas para mejorar los resultados.
Avance en el reciclado PET en España
En 2023, Coca-Cola anunció que la totalidad de sus envases de PET de 500 ml en Iberia están fabricados completamente con plástico reciclado (rPET), marcando un hito significativo hacia la sostenibilidad y la economía circular.
España se ha posicionado como líder en Europa en el reciclaje de bandejas de PET, tanto mono como multicapa. Este liderazgo se debe en gran medida a la experiencia de empresas como SULAYR, pionera en el reciclaje que opera desde 2010 o REPETCO, una empresa emergente en este sector, que ha inaugurado este año una planta con la expectativa de reciclar 45.000 toneladas anuales en su fase inicial.
Además, en un movimiento innovador, la firma suiza Gr3n, en colaboración con Intecsa Industrial, planea construir en España la primera planta de fabricación de despolimerización de PET asistida por microondas.
Esta tecnología avanzada permitirá procesar PET de diversas industrias, incluyendo residuos textiles, y se espera que esté operativa en 2027.
Estos avances reflejan no solo un compromiso creciente con la sostenibilidad ambiental, sino también el potencial de España en tecnologías de reciclaje de PET.
Beneficios de reciclar y reutilizar PET
La reutilización de los envases hechos de este material es una alternativa muy útil. Antes de desecharlos y olvidarnos de ellos, existe la posibilidad de darles una nueva vida. Las posibilidades son infinitas, ¡deja volar tu imaginación!
Reducimos la necesidad de producir nuevo PET, lo que a su vez disminuye el consumo de recursos naturales y la emisión de gases de efecto invernadero.
Botellas, envases, tapones… Todo lo que esté hecho con él puede acabar convertido en un nuevo objeto con una función totalmente diferente. Los tapones, por ejemplo, podemos transformarlos en porta velas o pastilleros; las botellas o envases, en jarrones; macetas o portalápices…
La reutilización de envases es, además, una actividad ideal para hacer junto a los más pequeños de la casa: el único límite es la imaginación. Las manualidades con botellas de plástico pueden ir desde fantasmas y arañas, sopladores de burbujas, figuras de Minions, botellas decoradas, escobas ¡e incluso papeleras!
Las alternativas son muchas y muy diferentes, pero el objetivo es uno: reducir el impacto sobre el medioambiente. El PET reciclado 100% es capaz de generar hasta un 70% menos de huella de carbono, que el PET virgen con origen fósil.
Regulaciones y perspectivas del reciclaje del PET
Hace apenas un año entraba en vigor el Real Decreto de envases y residuos y las normativas europeas están afianzando la economía circular y reduciendo el uso de plásticos de un solo uso.
A partir de 2025, solo se podrá comercializar las botellas de tereftalato de polietileno (PET) de un solo uso, que estén fabricadas al menos con un 25% de plástico reciclado. Y a partir del año 2030, sólo aquellas compuestas por al menos un 30% de plástico reciclado.
España avanza significativamente en términos de reciclaje. En 2022, se llevaron a plantas de selección más de 1,6 millones de envases domésticos gestionados por Ecoembes.
Reciclar y reutilizar el PET reduce el uso de materias primas, de energía para la fabricación de nuevos materiales y alarga la vida útil del plástico. Así que, ¡recicla tus envases y ayuda a cuidar el medioambiente!