Reciclar coches, ¿es posible en la actualidad?
Puede que alguna vez hayas tenido que llevar un coche al desguace o simplemente lo hayas depositado en tu concesionario para que se reutilicen ciertas piezas y es que reciclar coches es una función esencial.
El aire acondicionado, el filtro de aceite, la caja de cambios o elementos textiles de la tapicería del vehículo son algunos de los múltiples elementos que se pueden reciclar y reutilizar.
Según la ley Europea de 2015, se obliga a reciclar el 95% del total de la masa del vehículo. Cada coche en sí puede albergar 4.000 piezas, la mayoría de estas derivan de materiales tan conocidos como el polímero, plástico, tejidos o vidrio.
Al reciclar este tipo de piezas de los vehículos contribuimos a generar piezas de recambio o al reciclaje de todos los materiales antes comentados. Con lo que se elimina la producción masiva de piezas y, con ello, la reducción de materias primas como el algodón, el lino o el cuero.
Desde electrodomésticos a césped artificial, ¡es increíble la cantidad de objetos que podemos originar a partir de un solo coche!
Todo este proceso se hace posible gracias a que en España existen 1.300 desguaces o Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), para poder depositar vehículos donde se trituran para convertirse en nuevos objetos.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso? ¡Te lo contamos a continuación!
Las fases del reciclaje
Para poder llevar a cabo un correcto reciclaje donde se sigan las normas establecidas, es preciso que se lleven a cabo una serie de procesos para garantizar la reutilización de las piezas.
- Limpieza
Aunque la mayoría de las piezas que se instalan en los vehículos pueden ser recicladas, es verdad que existen una serie de materiales que necesitan ser previamente extraídos.
Ejemplo de ello son el circuito del aire acondicionado o el líquido de frenos considerados residuos peligrosos por su corrosividad, son extraídos y eliminados en la primera fase del proceso.
- Despiezar
Una vez limpiado se procede a desmontar las partes fundamentales del coche (motor, ruedas o cambio de marchas) y la carrocería (puertas o retrovisores) entre otros.
Incluso se llega a reciclar el vidrio procedente de las ventanillas, todo es útil a la hora de dar una segunda vida útil.
- Prensado
Cuando finalmente hemos extraído todos los materiales adheridos al vehículo, solo queda a simple vista la estructura del mismo.
Esta se envía a una máquina prensadora capaz de convertir un coche en una bola semejante a las balas de paja que podemos ver en los campos.
Estas balas son llevadas a industrias metalúrgicas para su fundición. El resto de los materiales son depositados en fragmentadoras, unas máquinas especiales encargadas de separar por imanes los diferentes elementos.
Cabe mencionar aparte los catalizadores, estos objetos son los encargados de la reducción de emisión de gases de los vehículos y están localizados en la parte inferior del coche.
Estos contienen un conjunto de materiales altamente apreciados en la industria y, que, mediante el uso de aire a presión aplicado por expertos, se extraen para su posterior reciclaje y comercialización.
- Reutilización
Quizá la fase más importante de todo el proceso, ya que aquí es donde se determinan las nuevas funciones de todos y cada uno de los materiales.
Como bien hemos comentado en la anterior fase, la parte fundamental y que más se recicla de los coches es el metal que se reutiliza directamente en fábricas.
Pero las ruedas son otro de los elementos que más llaman la atención en estos procesos, pero ¿cómo?
Una vez se llega a esta fase, las ruedas pueden tener dos salidas directas. La reutilización de estas mismas mediante el recauchutado o triturarlas para poder servir, entre otros múltiples objetos, como césped artificial o suelos para parques infantiles.
También puede llegar a fabricarse calzado, muebles e incluso pavimento para carreteras ¿Increíble no?
Es también importante mencionar que las grandes marcas automovilísticas están apostando actualmente por botellas de plástico para fabricar ruedas, una idea que cada vez está ganando más peso en el mercado.