Residuos domésticos: separa bien y reciclarán mejor

En línea con los objetivos europeos y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) ‘España Circular 2030’, presentada en junio de 2020, busca reducir al mínimo la generación de residuos domésticos y aprovechar al máximo aquellos que no se pueden evitar. Para ello, se marca, entre otros objetivos, incrementar la reutilización y preparación para la reutilización hasta llegar al 10% de los residuos municipales generados. Estas medidas forman parte de las “famosas R” de la senda de la circularidad: Reducir, reutilizar y reciclar.

La Estrategia insiste en la necesidad de seguir el principio de jerarquía de los residuos, promoviendo la reducción del número de residuos generados, por ejemplo, a través de la prolongación de la vida útil del producto, potenciando su reutilización o, en última instancia, su reciclaje. Por esta razón, la separación en origen que realiza el ciudadano en su domicilio antes de depositar los desechos en el contenedor correspondiente es fundamental. La correcta clasificación y disposición de los residuos es clave para una gestión eficiente y sostenible.

¿Qué son los residuos domésticos?

Residuos domésticos se refieren a aquellos desechos que se generan en los hogares como resultado de las actividades diarias de las personas. Estos residuos incluyen, entre otros, restos de alimentos, envases, papel y cartón, vidrio, plásticos, textiles, productos electrónicos, pilas, baterías, y residuos de limpieza y mantenimiento del hogar. Además, pueden incluir residuos similares en composición y cantidad a los producidos en hogares, pero que se generan en comercios, oficinas, industrias, y otros servicios que no estén directamente relacionados con la actividad principal del establecimiento.

Los residuos domésticos también abarcan los residuos peligrosos generados en el hogar, como medicamentos caducados, productos químicos, pinturas, y aceites usados. La gestión adecuada de estos residuos es esencial para minimizar su impacto ambiental, prevenir la contaminación y promover la sostenibilidad a través del reciclaje y la reutilización.

Clasificación de los residuos domésticos

Los residuos domésticos se dividen en varias categorías importantes, cada una con su destino específico en el sistema de gestión de residuos:

• Residuos biodegradables: Estos incluyen restos de comida y residuos de jardín, que pueden convertirse en compost. El compostaje es una práctica esencial para reducir la cantidad de residuos que terminan en vertederos y para mejorar la calidad del suelo.
• Residuos reciclables: Aquí se incluyen papel, cartón, plásticos, metales y vidrio. La correcta separación y reciclaje de estos materiales permite su reutilización en la fabricación de nuevos productos, reduciendo la necesidad de recursos naturales y la contaminación.
• Residuos peligrosos: Medicamentos, productos químicos, baterías y aparatos eléctricos y electrónicos requieren un manejo especial debido a su potencial para causar daños al medio ambiente y la salud humana. Estos deben ser llevados a puntos de recogida específicos para su correcta gestión.
• Residuos inertes: Como escombros de pequeñas reformas en el hogar. Estos materiales deben ser depositados en puntos específicos para evitar la contaminación del suelo y el agua.

Recordemos que los contenedores de reciclaje más habituales usados por la inmensa mayoría de la población que recicla son el amarillo, el verde, el azul y el marrón, este último llegado a nuestros hogares para los residuos orgánicos. Cada uno de estos contenedores está destinado a un tipo específico de residuos, y su uso correcto es esencial para la eficiencia del proceso de reciclaje.

En la actualidad, en España, hay varios Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) sin ánimo de lucro que se hacen cargo de la obligación de los productores de gestionar los residuos. Algunos de estos sistemas (como Ecoembes o Ecovidrio) están mantenidos económicamente por las propias empresas que colocan los envases en el mercado (tal y como marca la Ley), de manera que se puedan financiar los sistemas de recogida separada, una labor que normalmente recae en los ayuntamientos.

Gracias a estos sistemas, cada vez se recicla más en España, aunque todavía queda un largo camino por recorrer.

Algunos de los sistemas más importantes de recogida separada de residuos en España

• Ecoembes  – Colabora con las entidades locales en la recogida selectiva de envases de los contenedores amarillos y azules y vela para garantizar el destino final de los materiales recuperados. El amarillo está destinado a envases domésticos (botellas de plástico, latas, bricks…), mientras que en el azul se depositan los residuos de papel/cartón. En 2019, se reciclaron en nuestro país un total de 1.505.661 toneladas de estos residuos.
• Ecovidrio – Su función principal es la instalación de contenedores verdes y la gestión de la recogida de los residuos de envases de vidrio. El año pasado se marcó el objetivo de lograr una tasa de reciclado superior al 80% en 2025, superando el objetivo de la Unión Europea.
• Sigfito – Un SCRAP dedicado exclusivamente a recoger y reciclar todos los envases vacíos de productos agrarios, tales como fertilizantes, bioestimulantes y fitosanitarios, que los agricultores depositan en los puntos de recogida, en su mayoría cooperativas agrarias o distribuidores de insumos agrícolas.
• Aevae – Se dedica a la recogida y tratamiento de residuos de envases de uso agrícola, como fertilizantes y bioestimulantes. Garantiza la recogida, transporte, almacenamiento y valorización de estos residuos, con el objetivo de minimizar su impacto ambiental.
• Sigre – Garantiza que los residuos de envases y restos de medicamentos generados en los hogares tengan una correcta gestión medioambiental, evitando riesgos de contaminación. Los puntos de recogida, denominados ‘Punto Sigre’, suelen estar ubicados en farmacias, con más de 21.800 colaborando en toda España.
• Signus – Creada a iniciativa de los principales fabricantes de neumáticos, gestiona su reciclaje y preparación para reutilización. En 2019, SIGNUS gestionó 188.631 toneladas de neumáticos, de los cuales el 12% se preparó para su reutilización y el 88% restante se recicló para nuevos materiales.
• TNU – Gestiona el reciclado y valorización de los ‘Neumáticos Fuera de Uso’ (NFU) mediante procesos de granulación o trituración. Desde su inicio, ha reciclado 360.630 toneladas de neumáticos usados.
• Sigaus – Con una red de cerca de 160 empresas, asegura la correcta recogida y tratamiento del aceite usado en aproximadamente 70.000 puntos repartidos por toda España.
• Sigpi – Gestiona aceites industriales usados no individuales, bajo la condición de que estén en condiciones de ser válidos para la regeneración, con el objetivo de regenerar el 100% del aceite usado.
• Ambilamp – Sistema de recogida y tratamiento de residuos de lámparas y luminarias, con más de 35.000 puntos de recogida. En 2019, recogió y trató casi 8.843 toneladas de residuos.
• Recyclia – Administra fundaciones medioambientales como Ecofimática, Ecolum y Ecopilas. Gestiona residuos eléctricos y electrónicos, incluyendo la iniciativa Tragamóvil para la gestión de residuos de aparatos de telefonía y comunicaciones. En 2018, gestionó 49.757 toneladas de estos residuos.

También en el ámbito de los aparatos eléctricos y electrónicos funcionan en España sistemas como Ecolec, Eco-RAaee’s y Ecotic.

Importancia de la gestión de residuos de envases

La correcta gestión de los residuos de envases es crucial para la sostenibilidad. Los envases representan una parte significativa de los residuos domésticos, y su reciclaje es fundamental para reducir el impacto ambiental. En España, la recogida separada de envases se realiza principalmente a través de los contenedores amarillo y azul. Los envases de plástico, metal y bricks se depositan en el contenedor amarillo, mientras que los de papel y cartón se depositan en el azul. El reciclaje de estos materiales permite recuperar materias primas y reducir la necesidad de extraer nuevos recursos. Además, sistemas como Ecoembes y Ecovidrio juegan un papel clave en la gestión y reciclaje de envases en España, asegurando que estos materiales se reciclen de manera eficiente y sostenible.

En Europa, existen sistemas similares a los SCRAP españoles. EuRIC, la Confederación Europea de Industrias de Reciclaje, integra entre sus miembros a sistemas de responsabilidad del productor de muchos países europeos. Además, destacan:     

• ERP – Es una organización paneuropea de responsabilidad ampliada del productor con sede en varios países, incluida España, dedicada a la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y baterías.
• Expra – Es la Alianza de Responsabilidad Ampliada del Productor, defendiendo los intereses de estos sistemas a nivel europeo y promoviendo la recogida, reciclaje y recuperación de envases usados.
• Pro-Europe – Encargada de conceder licencias de uso de ‘Punto Verde’ a los sistemas nacionales de Responsabilidad Ampliada del Productor, asegurando que las empresas productoras de envases cumplan con la normativa vigente.

Al igual que en España, en otros países europeos se realiza la recogida separada de residuos para su reciclaje en contenedores específicos. En Bélgica, por ejemplo, el modelo de reciclaje incluye bolsas oficiales para cada tipo de residuo y días de recogida específicos. Francia también utiliza un sistema similar, con etiquetas en los envases que especifican en cuál contenedor deben ser depositados tras su uso.

Lo importante es que los residuos no acaben en el vertedero y que, entre todos, alarguemos la vida útil de los envases mediante su recuperación o reciclaje.