La importancia de conocer los colores de los contenedores de reciclaje

reciclaje es un pilar de las 3R y es indispensable en el camino hacia un futuro más circular y sostenible. La eficacia del reciclaje depende de varios factores y uno de ellos es nuestra capacidad para clasificar correctamente los residuos. Es por esto, que la gama de colores con la que se pintan los contenedores adquiere una gran relevancia. 

Estos colores actúan como una leyenda, conocer cada color y saber qué residuos van en cada uno de ellos, es crucial para que la primera etapa del viaje de los residuos comience con buen pie. Al depositar cada residuo en su contenedor correcto, ayudamos a su correcta gestión y pasamos a ser parte de una circularidad. 

¿Qué significa cada color de los contenedores de reciclaje? 

Cada color de los contenedores representa una categoría específica de residuos. Al comprender y relacionar este código, clasificamos nuestros residuos de manera eficiente, contribuyendo a un mejor proceso de reciclaje. A continuación, os indicamos qué significa cada color: 

Contenedor azul: papel y cartón 

El contenedor azul es el hogar del papel y el cartón. Aquí podemos depositar periódicos, revistas, cajas de cartón, papel de envolver, folletos, sobres, facturas, cuadernos y cualquier otro producto elaborado con estos materiales. Es importante asegurarse de que el papel y el cartón estén limpios y secos antes de depositarlos en el contenedor azul, ya que la humedad y los restos de alimentos pueden dificultar el proceso de reciclaje. 

Este contenedor suele ser el más fácil de distinguir y de usar, aunque también se cometen algunos errores. ¿El más habitual? Tirar aquí los briks que, como veíamos anteriormente, deben depositarse en el contenedor amarillo, ya que están compuestos por cartón, plástico y aluminio. Además, los desechos diarios como servilletas de cocina o papeles sucios deben ir con los desechos orgánicos (contenedor marrón). 

Contenedor amarillo: envases de plástico, latas y briks 

El contenedor amarillo acoge una amplia variedad de envases: botellas de plástico (agua, refrescos, aceite), envases de yogur, latas de conservas (atún, tomate), bandejas de aluminio (alimentos precocinados), briks de leche y zumo, envases de detergente, bolsas de plástico (siempre que estén limpias y secas), etc. Antes de depositar estos residuos en el contenedor amarillo, es importante vaciarlos, asegurándonos de que estén libres de restos de comida y líquidos, ya que estos pueden contaminar otros materiales reciclables. Eso sí, no es necesario usar agua para limpiarlos. 

Esto es importante, ya que un error muy común es pensar que todos los objetos fabricados con plástico se tiran en este contenedor. En el contenedor amarillo no deben depositarse juguetes de plástico, biberones, chupetes, utensilios de cocina o cubos de plástico. Todos estos productos deberán ir a los puntos limpios o donarse. 

Contenedor verde: vidrio 

Es uno de los más icónicos, debido sobre todo a su forma de “hucha”, en algunos lugares, además, puede estar customizado. El contenedor verde es exclusivo para el vidrio. Botellas (vino, cerveza, agua), frascos (mermelada, conservas), tarros (legumbres, aceitunas) y otros recipientes de vidrio encuentran su lugar en este contenedor. Hay que recordar que no debemos tirar el vidrio con líquidos en su interior y también, que estos deben estar libre de chapas, tapones y etiquetas antes de ser depositado en el contenedor. Además, es importante tener en cuenta que la cristalería (vasos, copas, espejos) y las bombillas no deben depositarse en este contenedor, ya que requieren un tratamiento especial al ser cristal y no vidrio. 

Contenedor marrón: residuos orgánicos 

El contenedor marrón es el destino de los residuos orgánicos, aquellos que tienen un origen biológico y son biodegradables. En él depositamos: restos de comida (frutas, verduras, carne, pescado), cáscaras de huevo, posos de café, bolsitas de té, servilletas de papel usadas, restos de jardinería (hojas, ramas, césped), flores marchitas y otros residuos similares pueden depositarse en el contenedor marrón. Estos residuos se transforman en compost, un abono natural rico en nutrientes que puede utilizarse para mejorar la calidad del suelo. 

¿Los errores más comunes? Tirar material no orgánico como objetos de cerámica, pañales, colillas, chicles, toallitas húmedas, arena para mascotas… 

Contenedor gris: residuos no reciclables 

El contenedor gris es el último recurso para aquellos residuos que no encajan en ninguna de las categorías anteriores. Pañales, compresas, toallitas húmedas, papel de aluminio sucio, papel higiénico usado, bolígrafos, chicles, colillas de cigarrillos, cerámica rota, espejos, bombillas y otros residuos no reciclables, deben ser depositados en el contenedor gris. Estos residuos se destinan a vertederos o plantas de tratamiento de residuos, donde se intenta minimizar su impacto ambiental. 

Muchos de los objetos que depositamos en el cubo gris podrían tratar de repararse o llevarse a un punto limpio (no deposites en este cubo pilas, fármacos caducados o dispositivos electrónicos). Infórmate en tu ayuntamiento por si alguno de los objetos tuviera alguna recogida diferente al cubo gris. Si tienes dudas puedes preguntar a AIRE. 

Consejos para separar correctamente los residuos según los colores de los contenedores 

Para asegurarnos de que nuestros residuos se reciclen de manera efectiva, podemos implementar algunos consejos básicos: 

• Vacía los envases. Antes de depositar los envases en el contenedor amarillo, asegúrate de que estén vacíos. Esto evita la contaminación de otros materiales reciclables y facilita el proceso de reciclaje. 
• Retira las tapas y etiquetas. Antes de depositar el vidrio en el contenedor verde, retira las tapas, tapones y etiquetas. Estos elementos no son reciclables y pueden dificultar el proceso de reciclaje del vidrio. 
• Pliega las cajas de cartón mediante el reboxing. Para optimizar el espacio en el contenedor azul, pliega las cajas de cartón antes de depositarlas. Esto también ayuda a prevenir atascos en el contenedor. 
• Deposita los residuos orgánicos en bolsas compostables. Si es posible, utiliza bolsas compostables para depositar los residuos orgánicos en el contenedor marrón. Esto facilita el proceso de compostaje y reduce la generación de malos olores. 
• No mezcles residuos reciclables con no reciclables. Asegúrate de que los residuos depositados en el contenedor gris sean realmente no reciclables. 

Colores en otros países 

Si bien los colores de los contenedores de reciclaje en España están estandarizados, en otros países pueden variar. Por ejemplo, en algunos países el contenedor de papel y cartón es de color verde, mientras que en otros el contenedor de vidrio es de color azul. Si viajas a otro país, es importante informarte sobre los colores de los contenedores de reciclaje para saber que estás reciclando correctamente. 

En Alemania, por ejemplo, usan el color azul también para papel y cartón, pero para los orgánicos usan el color verde. Y en algunos sitios como Kamikatsu, Japón, el sistema de reciclaje es un ejemplo de minuciosidad y eficiencia. Los residuos de papel y cartón no se agrupan en un único contenedor, sino que se dividen en función de su tipología: periódicos, revistas, folletos publicitarios y envases de cartón, tienen cada uno su propio contenedor. Incluso el vidrio también recibe un tratamiento especial en Kamikatsu clasificándose según su color: verde, ámbar, blanco y otros. 

Si todavía tienes alguna duda, puedes consultar la página de Ecoembes.