Cada año se genera en el mundo millones de toneladas de residuos. Los embalajes y productos de usar y tirar son unos de ellos, y por eso la sociedad reclama concienciación y una acción inmediata por parte de las empresas responsables en producir tantos desechos.
Cuando pedimos un café para llevar es lógico pensar que el vaso de papel o cartón en el que nos lo sirven es 100% reciclable, pero aunque no lo parezca, estos vasos suelen tener una delgada capa impermeable de plástico polietileno que es muy difícil de separar del cartón, y eso dificulta su reciclado posterior.
Anteriormente ya habíamos hablado acerca de las bolsas de compra reutilizables. Hoy vamos a hablar sobre otro de los problemas con los que nos podemos encontrar al intentar reducir el uso de plásticos de un solo uso en la cocina. Nos referimos a aquellos tipos de alimentos que necesitamos congelar, principalmente carnes, pescados, frutas y verduras.
Es un error muy común y generalizado pensar que todos aquellos productos de plástico no son sostenibles. Sobre todo este pensamiento se asocia a utensilios como vasos, platos, pajitas, cubiertos y, en general, todos los relacionados con la comida.
Las bolsas para aspiradora son un accesorio necesario en este electrodoméstico. Su función principal es retener la suciedad y, dependiendo del fabricante, suelen estar fabricadas de diferentes materiales, como fieltro, papel o cartón.
El debate sobre el reemplazo de las bolsas de plástico no es algo nuevo. Desde hace unos años, conscientes de lo perjudiciales que pueden llegar a ser para el medioambiente, si se abandonan o no se realiza una correcta gestión cuando se convierten en residuos, son cada vez más los consumidores que optan por alternativas más seguras y sostenibles.
Desde hace ya varios años, los envases biodegradables van haciéndose un hueco en nuestra sociedad y cada vez tienen más presencia en nuestro día a día, pero.... ¿Qué durabilidad tienen? ¿Son más caros que los convencionales?
Pinturas JUNO es una de las primeras empresas en comercializar pinturas con envases fabricados con un 80% de material reciclado. Concretamente lo hace en dos productos con certificación ecológica, en un recipiente producido a partir de residuos de polipropileno.
Entre las diferentes posibilidades que existen están los tapetes de silicona, las rejillas de acero inoxidable, bandejas de cristal o el papel de horno reutilizable. Todas ellas son opciones mucho más respetuosas con el medioambiente que los materiales desechables, y, por lo tanto, generan menor impacto ambiental en el planeta.
Para llamar la atención de los consumidores, a las empresas ya no les basta con utilizar un diseño atractivo en sus envases, sino que cada vez es mayor la relevancia que los usuarios le otorgamos a su sostenibilidad.