El cepillo de dientes es un instrumento de higiene oral que se puede encontrar en distintos tamaños, para adultos o niños, formas, colores y texturas. La mayoría de ellos se fabrican en plástico duro y cerdas de fibras sintéticas, pero no deben depositarse en el contenedor amarillo.
Ocasionalmente nos encontramos productos de aseo que por un tema higiénico son de un solo uso. Entonces ¿qué hacemos cuando ya no los necesitamos? ¿A qué cubo de basura deben ir? Algunos ejemplos muy claros son los pañales, cepillos de dientes para un día, compresas… y los olvidados bastoncillos de los oídos. Seguramente que cuando los usas sientes la tentación de tirarlos por el wc, pero si haces eso estarías ocasionando un grave daño al planeta, además de que puede surgir la posibilidad de obstrucción de tuberías.
Si eres de los que come chicle a menudo, quizás ya tengas claro qué debes hacer con él cuando lo quieres desechar… o quizás tienes las mismas dudas que el resto de las personas que lo hacen ocasionalmente. Hay personas que, una vez masticado, lo guardan en el envoltorio antes tirarlo, y esto realmente no se debe hacer, ni con el chicle ni con cualquier otro desecho, ya que este sí que se puede reciclar.
Si tu balón de baloncesto ha jugado tantas partidas que apenas lo puedes agarrar con las manos porque resbala, es hora de darle la jubilación. Lo primero que se te pasará por la cabeza será tirarlo y comprar uno nuevo, pero antes de eso, queremos mostrarte las opciones que tienes para darle una segunda vida.
En España, un 7% de personas que tienen problemas visuales usan lentillas. Podríamos pensar que no es una cifra muy alta, pero si hacemos cálculos, el dato sorprende. En ocasiones lo más fácil es dejarlas correr por el lavabo o al wc, pero ¿sabías que ese no es el lugar correcto donde tirar las lentillas usadas?
Cada día más personas están concienciadas a la hora de reciclar: en sus casas, trabajos, cuando están en la calle, o si se van de excursión. Tenemos claro que los envases de plástico o las botellas de plástico se tiran al contenedor amarillo, pero en cosas más simples muchas veces nos equivocamos o desconocemos qué hacer, por ejemplo ¿sabemos dónde se tira el papel de las magdalenas?
En línea con los objetivos europeos y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) ‘España Circular 2030’ presentada en junio de 2020 busca reducir al mínimo la generación de residuos y que se aprovechen al máximo los que no se pueden evitar.
La acción de reciclaje no comienza en las plantas de selección ni en las recicladoras, empieza mucho antes en nuestras casas. La responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros de distribuir bien la basura en el contenedor de reciclaje adecuado es básica para agilizar el trabajo.
¿Sabías que se debe renovar el cepillo de dientes cada tres meses como máximo? Una buena manera de acordarte es hacerlo con el cambio de estación. Llega el invierno, ¡cambio de cepillo! Ahora la primavera… ¡nuevo cepillo de dientes! De este modo, al año, cada persona debe utilizar un mínimo de cuatro cepillos, lo que supone un gasto bastante elevado de recursos.
A veces, nos surgen dudas sobre dónde depositar determinados residuos. Especialmente, cuando se trata de objetos de plástico. Es lógico pensar que todos los objetos que estén fabricados con plástico y que ya no nos son de utilidad, van al contenedor amarillo, pero no siempre es así.