Las cápsulas rellenables están fabricadas por lo general en plástico reutilizable o en acero de calidad alimentaria, siempre libres de BPA y normalmente empaquetadas en cartón reciclado.
Para ser sostenible no basta con comprar bolsas reutilizables. La finalidad de estas es que se reutilicen tantas veces como puedas. Cuantas más veces se utilicen, menos bolsas de plástico necesitaremos.
Se conoce el consumo responsable como la idea que defiende que las personas debemos cambiar nuestros hábitos de consumo teniendo en cuenta nuestras necesidades reales y ajustándose a las del planeta.
Entre las diferentes posibilidades que existen están los tapetes de silicona, las rejillas de acero inoxidable, bandejas de cristal o el papel de horno reutilizable. Todas ellas son opciones mucho más respetuosas con el medioambiente que los materiales desechables, y, por lo tanto, generan menor impacto ambiental en el planeta.
Actualmente existen alternativas sostenibles para transportar y conservar nuestros sandwiches y bocadillos. Los materiales de un solo uso como son el papel de aluminio y el papel film, hecho de plástico, son fácilmente reemplazables por productos menos dañinos para el planeta.
A la hora de elegir entre dos productos, los usuarios están acostumbrándose a decantarse por aquel cuyo diseño permita reutilizar el envase una vez el producto haya sido consumido o aquellos que estén pensados para ser utilizados más de una vez.
Al año, se utilizan en el mundo alrededor de 500 millones de bolsas de plástico, muchas de ellas para ser depositadas en la basura después de cumplir su función durante un corto periodo de tiempo. ¿Cómo podemos reciclar bolsas de plástico?
Con un estilo muy emocional, la nueva campaña de Ecoembes quiere transmitir la importancia de la economía circular a la ciudadanía. De este modo, Ecoembes busca hacer comprensible este concepto, cada vez más presente en nuestro día a día, pero al que hay que dar un impulso.